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Pamplona inicia la definición de su Zona de Bajas Emisiones con la implantación de medidores de calidad del aire y ruido

El proyecto de Zona de Bajas Emisiones tiene como objetivo convertir la ciudad en un espacio más saludable, menos contaminado y sin ruidos, mediante la reducción paulatina de la circulación de vehículos contaminantes

(Getty Images)

Pamplona

El Ayuntamiento de Pamplona va a instalar 10 equipos de medición de la calidad del aire y del ruido, 50 puntos de aforo de vehículos y lectura de matrículas y 375 sensores de aparcamiento destinados a plazas de carga y descarga, plazas destinadas a personas con movilidad reducida y plazas reservadas. Serán las primeras medidas para la definición de una Zona de Bajas Emisiones, un proyecto al que obliga la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de Cambio Climático y Transición Energética y que, en el caso de Pamplona, cuenta con financiación de los fondos europeos Next Generation EU.

El proyecto de Zona de Bajas Emisiones (ZBE) tiene como objetivo convertir la ciudad en un espacio más saludable, menos contaminado y sin ruidos, mediante la reducción paulatina de la circulación de vehículos contaminantes, a la vez que se favorece la movilidad peatonal y ciclista, el transporte público y la mejora de la cuidad y su espacio público, ha informado el Ayuntamiento.

El desarrollo de una Zona de Bajas Emisiones consta, por una parte, de la definición de sus aspectos técnicos y jurídicos y, por otra, de la adaptación tecnológica de la ciudad para acometer el objetivo de la reducción de emisiones contaminantes. Para ambos aspectos, el Ayuntamiento de Pamplona ha licitado y adjudicado dos contratos, con los que se acelerarán los trabajos para establecer una primera Zona de Bajas Emisiones a principios del año que viene, tal y como establece la ley. La instalación de esta nueva tecnología de sensores, medidores y aforadores servirá para realizar un diagnóstico previo que determine en qué punto se encuentra Pamplona en materia de emisiones contaminantes y calidad ambiental. Ese análisis previo será la base para tomar decisiones en el establecimiento de una Zona de Bajas Emisiones.

La primera zona de bajas emisiones

Ese plazo de 2023 está llevando al Ayuntamiento a trabajar en la línea de convertir el Casco Antiguo en la primera Zona de Bajas Emisiones de la ciudad, con la previsión de que las posibles restricciones que se puedan implementar no afecten a los vecinos y vecinas, al comercio o a los negocios vinculados al comercio y la hostelería de la zona. Posteriores estudios y análisis con los datos de la tecnología que se va a instalar en la ciudad servirán para valorar otras medidas como la ampliación o expansión de la ZBE a otras zonas de la ciudad, han explicado.

La nueva tecnología vinculada a las Zonas de Bajas Emisiones se integrará con los actuales sistemas del Ayuntamiento de Pamplona y será gestionada desde los actuales centros de control. La infraestructura de este proyecto podrá ser reaprovechada para otras iniciativas o actuaciones futuras.