Peio Perochena (Tradisna): "Aquí nadie quiere ser transportista"

Pamplona

Transportes Baztandarrak es una sociedad limitada que llevan a medias los hermanos Perochena. Peio, además de ponerse todo los días al volante de su camión, es además el presidente de Tradisna, la asociación que agrupa a 800 socios en Navarra, la mayoría de ellos profesionales autónomos. Peio Perochena lleva trabajando al volante desde finales de los años 90, cuando hacía "muchos kilómetros" en rutas internacionales. "Empezamos todos con ilusión, tienes muchas ganas; a los 21 años, con carné, comencé de chófer. Ves que el camión de te gusta, quieres mejorar y optamos por comprar camión y ser autónomos. me asocié con mi hermano, decidimos comprar dos camiones y colaboramos una buena temporada con transportes Olloquiegui, en Burlada. Viajaba a Inglaterra, Irlanda, Alemania... lo que tocara, y con mucha ilusión y ganas pudimos pagar todo.

Luego la vida te va cambiando." Y ya con familia, Peio Perochena ha decidido limitar su trabajo a las cercanías de su casa en Irurita, en el valle del Baztán, y en estos momentos colabora transportando áridos para empresas de la construcción que están trabajando en la ampliación de la Nacional 121 A a la altura de Sunbilla. Admite que desde que comenzó en el año 99 hasta el momento "cada día se gana menos" y no compensaba el sacrificio de hacer largos viajes de una semana al extranjero.

Como presidente de Tradisna, Peio Perochena es muy consciente de todos los problemas que arrastra el sector de los pequeños transportistas: A primera vista, el problema más perceptible, el aumento de los costes del combustible, que puede suponer un 40% de los gastos de una empresa de transportes. Otra amenaza que ve en Navarra es la de los peajes que está previsto que se implanten en vías de gran capacidad que hoy son gratuitas.

Pero también otro de los problemas de fondo del sector tiene que ver con la elevada edad media de los transportistas. En Tradisna, la media de los socios se sitúa en los 55 años. Perochena concluye: "Aquí nadie quiere ser transportista, entre que no se gana y que la vida es muy difícil porque no hay conciliación familiar. Si no se toman medidas, este asunto no tiene pintas de mejorar. El del relevo es el mayor problema y el más silenciado que tiene el transporte en Navarra".