La rotonda de la Avenida de Navarra, "una gran barrera arquitectónica para los vecinos del barrio pamplonés de San Jorge"

Pamplona

Los vecinos del barrio de San Jorge continúan con su reivindicación de eliminar la barrera arquitectónica que supone el paso subterráneo que atraviesa la rotonda de la avenida de Navarra. Desde 2019 llevan pidiendo una solución, que creían que iba a llegar a corto plazo después de que el año pasado el ayuntamiento de Pamplona asignara 50.000 euros para realizar un estudio sobre la situación actual de la avenida y las dificultades que supone este paso, pero de momento no han obtenido respuesta ni resultado por parte del consistorio pamplonés.

Necesitan "una solución integral y segura", dice Alberto Aristi, portavoz de la asociación de vecinos del barrio, que bajo su punto de vista pasa por soterrar la rotonda. La glorieta presenta diferentes problemas. Por un lado, el problema de movilidad: "En su momento fue una solución pero ahora ya no vale porque sus fuertes rampas provocan que a la gente, sobre todo a la de movilidad reducidas, le cueste mucho subir", explica.

Por otro lado, divide el barrio en cuatro cuadrantes. En uno hay una escuela pública, en otro otra escuela, un centro de salud en el tercero y el club de jubilados en el cuarto. "Por lo que esta rotonda dificulta mucho el movimiento en el barrio", asegura. Por último, la rotonda, por la que pasan cerda de 50.000 coches al día, supone también un problema de contaminación. Los vehículos que antes pasaban por la rotonda de Cuatrovientos, tras haberse reducido a un carril, pasan ahora por la de la avenida de Navarra. "Paulatinamente, a medida que se ha controlando en las entradas de la ciudad el uso de coches, ha ido aumentando aquí. Estamos siendo los paganos de todo este cambio que se está produciendo", concluye.