María Otermin (Adona): "El plasma es un recurso estratégico como el agua potable o la energía"

Pamplona

Las fechas de los puentes de diciembre, más largos en Navarra que en otras Comunidades, suelen ser más complicadas a la hora de contar con las reservas óptimas en el Banco de Sangre. Además, se aproximan las fechas navideñas, que también complican la afluencia de donantes. Por ese motivo, en estos días, Adona, la Asociación de Donantes de sangre y médula de Navarra, suele redoblar sus esfuerzos haciendo llamamientos públicos a sus donantes y a personas que por primera vez deseen practicar este acto altruista y de una importancia literalmente vital. María Otermin es la coordinadora de Adona. Con ella hemos hablado en La Ventana de Navarra. "Estamos es unas fechas que siempre son complicadas pero en estos días de puente" -se refiere al lunes y al miércoles pasados- "los donantes están respondiendo super bien. Intentamos que en diciembre haya llamamientos y publicidad porque diciembre tiene pocos días para donar. En estos días pasados hemos superado las 120 donaciones y las cifras adecuadas se sitúan en torno a las 125 extracciones".

Otermin recuerda que se pueden realizar donaciones en el recinto hospitalario de Pamplona, y también en las dependencia ubicadas en el centro de Tudela. Además, una unidad móvil realiza desplazamientos a pueblos y ciudades de Navarra a lo largo de todo el año.

Aunque estos días las donaciones siguen fluyendo "este año estamos un poco por debajo de las cifras" del pasado ejercicio, cuando se rozaron las 25.000 donaciones. "Estamos unas 1.500 donaciones por debajo de la cifra del pasado año". Y admite: "Ha sido un año duro para la donación de sangre en nuestra Comunidad y en el resto de España". Y ¿a qué se deben esas dificultades para acercarse a las cifras de 2021? "Hemos intentado averiguarlo. Era el primer verano ya libres de pandemia y la gente ha disfrutado mucho del verano y de los puentes. Sí que las donaciones por aféresis se han incrementado".

Lo que sí parece constatarse también es que este acto altruista está modificándose con los cambios sociales que se van produciendo y también con los avances médicos y en los tratamientos: "La donación está cambiando en los últimos diez años". "Cada vez se necesitan más componentes de la sangre, más fármacos derivados del plasma humano y está claro que todos vamos a tener que hacer un ajuste para reorganizarnos".

Explica Otermin que la sangre, cuando sale de nuestras venas, se fracciona en varios componentes principales: plasma, plaquetas y glóbulos rojos. Cada componente se utiliza para diferentes terapias y hasta ahora con el excedente de plasma que no utilizaban en los hospitales, "lo que hacíamos era mandarlo a la industria farmacéutica y de ahí obtener fármacos que son muy útiles para personas que necesitan coagulantes, las que tienen hemofilia, inmunoglobulina, enfermedades raras o inmunodeficiencias. El plasma cada vez se utiliza para más cosas y se está convirtiendo en un producto componente de la sangre muy deficitario a nivel mundial. Y señala que hay quienes apuntan a que "el plasma es un recurso estratégico como el agua potable o la energía".

Aunque el año sea complicado en lo que tiene que ver con el número total de donaciones, al menos se está cumpliendo el objetivo que Adona se había marcado de sumar este año 1.500 donantes nuevos. "La gente joven se está incorporando muy bien a la donación. Aunque admite que "cada vez es más complejo llegar a donar sangre porque la seguridad transfusional obliga a hacer una criba muy importante entre los propios donantes y las personas que llegan a donar por primera vez. Nos movemos más y hay muchos nuevos virus emergentes y cada vez que vamos o venimos de algún sitio hay que hacer una analítica o estar un tiempo sin donar, y eso nos excluye durante un tiempo", apunta.