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Las lluvias en Navarra suponen un "balón de oxígeno" para los embalses, aunque la situación no se ha normalizado

El 83% de las reservas hídricas del año en Navarra se obtienen entre los meses de noviembre y mayo

Análisis de la situación de los embalses en Navarra

Pamplona

La situación de las cuencas y embalses navarros se está recuperando poco a poco pero, de acuerdo con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), seguimos oficialmente en época de sequía. Desde la CHE, la responsable de explotación de Navarra, Marta Cavero, ha apuntado que las precipitaciones de las últimas semanas han sido un balón de oxígeno para los embalses navarros. "Las cuencas del Arga y el Irati, aun estando en situación de sequía prolongada, en cuanto a las reservas o lo que medimos con el índice de escasez, estaban en una situación de normalidad, es decir, con unas reservas un poco bajas con respecto a la media, pero suficientes para las demandas asociadas de agua. Por otra parte, tenemos el caso del embalse de Yesa, que también está en situación de sequía por las bajas precipitaciones que hemos tenido este verano, que ya es por todos conocida, Ahí sí que estamos en situación de emergencia". La buena noticia respecto a Yesa, detalla Cavero, es que "las lluvias han duplicado el volumen almacenado en tres semanas y, sobre todo, de una manera natural, la lluvia ha regado el campo. De otra manera, hubiera habido un estrés hídrico importante en la agricultura".

En este sentido, el director de Planificación, Estudios y Ciclo Integral del Agua del Gobierno de Navarra, César Pérez, ha añadido que el pantano de Yesa estuvo este verano en cifras históricas, con un 10% de llenado. No obstante, recuerda que "en Navarra no solo es el Ebro, sino que el 10% es el Cantábrico y allí, afortunadamente, sí que el mes pasado se registraron precipitaciones muy superiores a la media y ahí no estamos en situación de sequía. Estamos en situación de sequía en la parte del Ebro de la Comunidad foral".

En cualquier caso, las precipitaciones de las últimas semanas han mejorado las previsiones para el año que viene. "Digamos que los meses donde tenemos que ir acumulando el agua son entre noviembre y mayo. Osea, en Navarra el 83% de los recursos y de las lluvias se concentran en ese periodo, así que los meses clave son a partir de noviembre. Otra cosa es que se prolongara en el tiempo esta sequía de octubre".

No ha habido riesgo de desabastecimiento de agua, detalla Pérez, quien además, explica que la probabilidad de que falte agua en la comarca de Pamplona es complicada. Aun así, este año se ha suspendido el desembalse de Eugi, cita anual organizada por la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP). "La Mancomunidad tiene la suerte de que tiene fuentes diversificadas. Por una parte tenemos el manantial de Arteta, que acusó la sequía y más pronto que otros años, se secó. Luego tenemos el embalse de Eugi que, efectivamente estaba muy bajo, por lo que se suspendió ese desembalse preventivo para eliminar metales y renovar el agua, pero tenemos la suerte de que la comarca tiene la opción del embalse de Itoiz, a través del Canal de Navarra, que suple la escasez de los otros dos", incide.