In dubio pro reo

Pamplona

Es la típica historia que los abuelos y abuelas repetían cuando alguien en edad escolar se hacía la pregunta de para qué vale estudiar latín si no lo habla ya nadie. Esa de las cortes franquistas en las que el ministro secretario general del Movimiento, natural de Cabra, en Córdoba, hacía esa misma pregunta para criticar la reforma educativa y un procurador -así se llamaban los diputados en la farsa con la que Franco pretendía disfrazar su dictadura - le respondió; el latín sirve, entre otras cosas, para que a ustedes les egabrenses y no cabrones.

Y añadimos; para que quienes estudian derecho puedan decir frases en latín que quedan muy bien en los juicios. Una de tantas es la de in dubio pro reo. En la duda a favor del acusado, me dejarían traducirla. Es uno de los principios que esgrimen los jueces para reducir las condenas de violadores basándose en la norma más favorable. El último caso, el de la violación grupal de Orkoien en 2019. Es la norma, dicen los jueces. Responde la presidenta Chivite.

Chivite que en temas nacionales no suele pronunciar frases contundentes de esas que en Madrid dicen que son de "baronesa socialista" y que hoy se pone contundente después de que el Supremo haya rebajado la pena a los que se consideraban como cooperadores necesarios de aquella violación a una joven con discapacidad en esta localidad de la cuenca de Pamplona.