"Cuando entré al Sadar pensaba que el corazón se me salía del pecho, ha sido un regalo de vida"

Pamplona

Alberto Deltell se ha quedado afónico tras presenciar la victoria de su equipo en la ida de semifinales de la Copa del Rey ante en Athletic de Bilbao. Era la primera vez que venía a Pamplona y presenciaba un encuentro en el Sadar. En la SER nos ha contado cómo lo vivió: "¡Fue inefable, completamente genial, estupendo... estoy eufórico! Es que no se puede decir con palabras, no se puede explicar lo que sentí".

Deltell describe que, cuando entró al Sadar, "pensaba que el corazón se me salía del pecho, me apoyé en una barandilla me quedé mirando el estadio y dije ¡wow, lo he conseguido! Fue increíble y el ambiente mejor que en la tele, mejor de lo que me esperaba, estuve todo el partido cantando: ¡fue brutal!"

Alberto agradece el cariño con el que le ha recibido la afición navarra: "me llevo familia, gracias en mayúsculas porque me habéis hecho sentir la persona más afortunada del mundo y ser súper feliz". Y es que empezó la jornada en la Plaza del Castillo de Pamplona y después, según explica "me cogió una peña y me dijo 'tú comes con nosotros' y nada, pues genial. Ahí todos chillando y calentando el ambiente y, bueno, la comida navarra ya tenía buena pinta, pero cuando la pruebes otra cosa, ¡flipante!

Si Osasuna llega a la final, Alberto ya avanza que va a Sevilla "de cabeza, el primero allí me tenéis". De hecho reconoce que le ha costado despedirse de Navarra: "cuando me he ido de Pamplona digo 'yo es que es que no tengo que irme, tengo que estar allí', ya estoy pensando, imaginándome en la cabeza lo que voy a hacer para decirle hasta luego a mi tierra y venirme a vivir".

Dentro de dos semanas cumple 25 años y reconoce que vivir esta experiencia ha sido un regalo por adelantado: "no ha sido un regalo de cumpleaños, ha sido un regalo de vida". Habrá que ver cómo lo vive si los rojillos ganan la final ¡Aúpa Osasuna!

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¿Cómo se hizo Osasunista?

Alberto Deltell es de Elda (Alicante) y no tiene ningún parentesco con Navarra. Con 13 años se empezó a juntar con un grupo social en el que sobre todo se hablaba de fútbol. Se aficionó a este deporte y se hizo del Futbol Club Barcelona como su padre "por postureo" pero al tiempo se dio cuenta de que no sentía "ningún tipo de atracción por este club" y propuso a sus amigos acercarse a un bar "y el primer equipo que este jugando como local me voy a hacer de ese equipo". Aparecieron en el bar y en la televisión estaban emitiendo el partido de Osasuna-Málaga.

Según cuenta en Hoy por Hoy Navarra, sus amigos intentaron convencerle de que no se hiciese de Osasuna pero asegura que él lo tuvo claro, su apuesta fue Osasuna. Al principio le ilusionaba poder hablar de un equipo diferente y "conocer a los rojillos poco a poco" pero a los siete meses, estaba viendo en su casa un partido y "fue ver a la afición rojilla tirar para adelante y cómo el Sadar apretaba y cantaba y me puse a llorar y ahí me di cuenta de que era rojillo" cuenta.