Maite Quintana, directora de Cáritas en Navarra: "Los grandes temas sobre derechos esenciales requieren consensos"

Pamplona

Cáritas Diocesana acaba de "vivir un shock" con la muerte repentina de su director Ángel Iriarte el pasado 23 de abril. Iriarte, que tenía 62 años, llevaba al frente de esta organización católica desde el año 2000. Un año después entró a formar parte de Cáritas Maite Quintana. Hasta ahora ocupaba la secretaría general de esa institución. Esta semana ha sido designada por el arzobispo de Pamplona como la nueva directora de Cáritas en Pamplona y Tudela. Quintana, que comenzó su vida académica con Derecho pero que también cuenta con la licenciatura eclesiástica de Teología en Salamanca y es además licenciada en Derecho Canónico, conoce de primera mano las interioridades de la organización en Navarra, en la que trabajan alrededor de 50 personas contratadas y de la que forman parte otras doscientas personas como voluntarias más el entramado de red en las Cáritas parroquiales, según explica.

En La Ventana de Navarra, 24 horas después de conocerse su nombramiento como directora en funciones, explica que la muerte de Iriarte ha supuesto "un shock". "Las organizaciones también necesitan hacer sus duelos. La actividad no ha parado en ningún momento con el servicio a las personas que nos necesitan", señala a la vez que reconoce que "tenemos un ritmo, tal vez más lento, el que necesitamos con esa calma para poder ir asumiendo las circunstancias". Sobre el futuro más inmediato, "nos planteamos las cosas con continuidad. No es sano ni bueno pegar cambios bruscos. Estamos en un momento de tránsito, dando continuidad, a partir de unas líneas sólidas. Sabemos lo qué tenemos que hacer y ya llegarán otros momentos, ya se verá cuando sea oportuno".

Reconocimiento a Iriarte

La sucesora de Iriarte destaca de él "lo primero, lo que se ha dicho públicamente, ese reconocimiento a su aportación en cuanto a su pensamiento. Se ha dicho de él que era la voz de los sin voz". Destaca que Iriarte contaba con una sólida formación teórica. Era doctor en Moral y su especialidad era la de Moral social y política. "Era una persona con un pensamiento crítico, con una capacidad de aplicarlo en la práctica en la sociedad y la Iglesia navarra". Y apunta que esto es algo que han reconocido sectores sociales y políticos de todos los ámbitos.

Un segundo aspecto que destaca Quintana es el reconocimiento que a Cáritas se le ha hecho en este tiempo. "La libertad para poder hablar a quien fuere y decir lo que teníamos que decir sin cortapisas". Y en tercer lugar, apunta sobre el tiempo que le ha tocado vivir a Iriarte: "La intervención social evoluciona a lo largo del tiempo y a él le tocó un momento en el que la intervención social se cuestionaba los modelos lineales de integración social e íbamos a modelos muchos más centrados en la persona. Ese era el mantra que teníamos en cualquier proyecto. Que todos los servicios se debían adaptar al modo como las personas tenían que recorrer su camino y ese ha sido el pivote que ha configurado cada toma de decisión" en Cáritas Navarra.

Sobre la independencia y la capacidad de crítica a lo largo de los años de dirección de Iriarte, Maite Quintana destaca. "Lo que a Cáritas le importa es defender a las personas que atiende y eso no tiene colores políticos. Los grandes temas donde están los derechos esenciales requieren consenso". Lo que Iriarte venía a decir es "pónganse las pilas, sean derecha, centro o izquierda". Mensajes que forman parte de "una tercera pata en la misión de Cáritas: la sensibilización para la transformación" de la sociedad y la capacidad de denuncia de las injusticias sociales.