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"Era como si hubiera caído una bomba nuclear": un año de los incendios que arrasaron Navarra

Ha pasado un año de los incendios y sus consecuencias aún siguen presentes en el paisaje y en la memoria de los habitantes de la localidad navarra de Legarda

Un año después de los incendios en Navarra, las lluvias torrenciales dejan sus efectos en Valtierra o el parque Sendaviva

Pamplona

Los vecinos de Legarda no olvidarán fácilmente el día en el que casi vieron arden su pueblo y sus hogares: "Estábamos en Pamplona y a mi hijo le llegó un mensaje avisando del incendio. Intentamos venir, pero no podíamos. Tampoco podíamos contactar con la gente del pueblo porque estaban intentando apagar el incendio y hasta las diez de la noche no supimos nada de nuestra casa. Un vecino nos dijo que estaban regando el tejado para que no ardiera. Los vecinos salvaron nuestra casa. Les estaré eternamente agradecida. Al volver a Legarda, el paso con el coche por el túnel de El Perdón fue espeluznante porque cuando salimos era como si hubiera caído una bomba nuclear. Cuando llegamos al pueblo el panorama era desolador. Fue duro", ha asegurado una vecina de Legarda.

A raíz de esta situación se ha puesto en marcha un protocolo con coordinadores para que, en caso de incendio, poder hacer un seguimiento de la situación antes de la llegada de los bomberos. Alberto Bermejo, teniente de alcalde en Legarda, ha explicado para la SER que "se ha hecho una organización de mangueras, situadas por todo el pueblo, y de cinco coordinadores para que vayan dirigiendo un punto de encuentro para que los vecinos acudan ahí y los desalojen a través de la zona en la que no esté el supuesto incendio".

Para que el protocolo sea efectivo han instalado puntos con casetas y mangueras y han enseñado a los habitantes del pueblo a usarlas. Una de las principales conclusiones que obtuvieron de aquel incendio fue que, al ser sábado, estaban todos en el pueblo, pero si hubiera ocurrido entre semana, con la mayor parte de los habitantes trabajando, "aquí no hubiera habido más de cuatro, y la mayoría son personas mayores, por lo que tienen que saber manejarse en caso de que no estemos nosotros", ha añadido Bermejo.

Estos protocolos se han creado para proteger al pueblo y sus habitantes de otros posibles incendios que, como hizo el del año pasado, puedan arrasar todo a su paso. Bermejo ha asegurado que "el fuego corrió mucho. Empezó por unas laderas y saltó a una finca que estaba sin cosechar. Subió hacia la zona del cementerio, saltó la carretera nacional y la autovía y de ahí subió al monte".

Y Bermejo ha destacado que, un año después, aún no hayan recibido ayudas: "No hemos visto ni un duro". Y ha criticado que, cuando se produjo el incendio, "vinieron todos, dijeron que las ayudas no iban a faltar y que la semana siguiente nos reuniríamos. Las semanas fueron pasando y ha llegado un año y no hemos recibido nada. Para infraestructuras que teníamos estamos ahorrando porque al ser un pueblo tan pequeñito nos estamos gastando dinero en rehabilitar las cosas básicas porque no hemos recibido ayudas".

Sin embargo, Silvestre Belzunegui, alcalde de Legarda, ha añadido que esperan que las primeras ayudas económicas lleguen pronto. "De momento no han llegado. Hay algunas que están en curso, del Estado, que llegarán. Pero son plazos bastante largos".

A pesar de la tragedia que supuso para los habitantes de Legarda ver arder su pueblo, el alcalde ha intentado transmitir al resto un espíritu de positividad y de intentar encontrar el lado bueno. En este sentido, Belzunegui ha recordado que el fin de semana anterior al incendio habían celebrado el Día del Valle con unas 600 personas que acudieron al pueblo a festejar. "Si a la hora a la que todo el mundo se sentaba a comer de repente hubiera venido un fuego habría sido mucho más complicado y peligroso para desalojar a todos".

Además, Belzunegui ha reconocido que a día de hoy viven con una mayor tranquilidad gracias a que las fincas de cultivo de cereal que rodean al pueblo están a punto de ser cosechadas, lo que limita las posibilidades de que un posible fuego se propague con la misma velocidad con la que lo hizo el de hace un año.

Hablamos ademas en Hora 14 con el alcalde de Valtierra, Manuel Resa, tras las lluvias torrenciales que han afectado esta madrugada a la localidad. También han tenido consecuencias en el Parque Sendaviva, en Arguedas. El hecho de que la vegetación haya desaparecido en estas zonas debido al fuego de hace un año, provoca que, cuando llueve con fuerza, los barrancos aporten gran cantidad de agua que acaba en Valtierra o en el parque Sendaviva.