Las alternativas de los navarros a las piscinas tradicionales: zonas de baño reguladas, pero con riesgos

Pamplona

Navarra es una de las comunidades autónomas con más zonas de baño disponibles que no son piscinas. Este año, esas zonas han aumentado de 12 a13, con 15 puntos diferentes donde el Instituto de Salud Pública de Navarra realiza controles para asegurar la calidad del agua y, en consecuencia, reducir la peligrosidad para los bañantes. La nueva zona de baño se ha incorporado al embalse de Alloz, en el que ya había dos. Un embalse que según Teresa Ferrer, jefa de la sección de Sanidad Ambiental del Instituto de Salud Pública de Navarra, "es muy utilizado por muchísimos visitantes en la temporada". Desde esta sección se ha estado observando ese creciente uso y se ha decido de esta manera añadirlo a las zonas reguladas. Debido a la actual Ley de Aguas, cualquier persona puede bañarse en cualquier sitio, siempre que no esté expresamente prohibido. Sin embargo, es una Directiva europea la que exige a las comunidades autónomas una regulación.

Para que una zona sea considerada de baño necesita cumplir tres características. En primer lugar, que no haya un peligro objetivo para el público. En segundo, el uso frecuente por las personas. Sin embargo, según asume Ferrer, esta labor es "complicada porque no se sabe cuál debería ser el mínimo de tránsito en cada zona". Por último, la vigilancia del agua para que sea de buena calidad antes de incluirla en el censo. "No podemos añadir una zona que no cumpla los requisitos de calidad del agua".

Una de las cuestiones clave para Ferrer es la ausencia de seguridad: "Uno se baña bajo su responsabilidad en este tipo de zonas". No se exige, ni existe por lo tanto, ningún tipo de vigilancia. Por este motivo en parte, reconoce la experta, que ocurren sucesos como el del primer ahogamiento este año en el embalse de Alloz. "Hay que tener claro que bañarse en estos sitios no puede compararse con hacerlo en una piscina". Entre otros de los consejos que la jefa de sección ofrece para un cuidado individual están no tirarse de cabeza si no se sabe la profundidad, ir siempre acompañados y evitar cualquier sustancia, como el alcohol u otras, para ser consciente en todo momento de lo que ocurre alrededor.

La depuración en Navarra

Gracias a los altos niveles de depuración en Navarra "tenemos una calidad buenísima en todas las zonas precisamente porque se ha invertido mucho dinero en depuración de aguas residuales". Una calidad que atrae cada vez más a más turistas y locales que prefieren ir a estas zonas naturales en vez de a las piscinas. Zonas naturales que comprenden lugares como embalses, ríos o piscinas fluviales. Entornos naturales que no siempre lo son del todo porque, en ocasiones, incluyen infraestructuras que "de alguna manera están invitando a la gente a que haga uso", ha señalado Ferrer. Infraestructuras como zonas de playa acondicionada, una zona de parking o de césped o un acceso de cemento para favorecer la llegada al río. Además, para la sostenibilidad del medioambiente, tienen zonas habilitadas para la comida y los residuos. Son las propias entidades locales las que cuidan las condiciones con medidas como carteles de la calidad del agua. Una depuración que afecta también a los pequeños pueblos porque "muchas aguas están debajo de localidades".