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María Jiménez Ramos: "Las víctimas del terrorismo siguen siendo incómodas"

La periodista afincada en Navarra es autora del libro "El tiempo del testimonio. Las víctimas y el relato de ETA"

María Jiménez Ramos, autora del libro "El tiempo del testimonio. Las víctimas y el relato de ETA"

Pamplona

'El tiempo del testimonio, las victimas y el relato de ETA'  es el titulo del libro que se presenta este jueves, 29 de junio en Pamplona. La presentación corre a cargo del Centro Memorial de las Víctimas del terrorismo y la Sociedad de Estudios Históricos de Navarra. Su autora es la periodista y profesora universitaria María Jiménez Ramos, con la que hablamos en La Ventana de Navarra sobre la persistencia de las heridas en las víctimas pero también en la sociedad, doce años después del final de la actividad de ETA. "A veces se nos olvida que una organización terrorista puede desaparecer pero una víctima del terrorismo no deja nunca de serlo y en ese sentido, olvidar lo que estas personas han pasado significa de alguna manera darle la espalda al sufrimiento y hacerles pensar que todo aquello que vivieron ha sido en vano; señala.

Preguntada por las diferencias que mantienen en algunos aspectos las distintas organizaciones que agrupan y representan a las víctimas del terrorismo, explica: "Claro que las hay, porque las víctimas antes que víctimas son personas y en principio lo único que tendríamos que dar por hecho es que lo que tienen en común es haber sido víctimas de un hecho tan traumático como un asesinato o un atentado terrorista. Más allá de eso, cuando los terroristas las atacan a ellas como símbolos del Estado, las están llevando a una orilla ideológica que sigue siendo muy amplia y el hecho de que piensen diferente entra dentro del pluralismo más básico. Otra cosa es que -y creo que lo hacen- comparten algunos objetivos que deberíamos compartir todos y que tienen que ver con con la verdad, con la justicia o con la memoria".

Profesora en la facultad de Comunicación en la Universidad de Navarra, María Jiménez, periodista y doctora, es coautora del libro "Relatos de plomo. Historia del terrorismo en Navarra", entre otras obras relacionadas con la materia. Ha comisariado las exposiciones "Gregorio Ordoñez. La vida posible" y "El terror a portada. 60 años de terrorismo en España a través de la prensa". También ha sido responsable de comunicación  del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite).

Afirma Jiménez Ramos que "las víctimas del terrorismo siguen siendo incómodas más de una década después del final del terrorismo". Ello, explica, se debe a que "cuando las víctimas se colocan en el debate público nos obligan al resto a mirarnos ante ellas como si fuera un espejo y a preguntarnos qué estábamos haciendo cuando ellas sufrieron y qué hacemos ahora cuando siguen sufriendo algunas circunstancias como el hecho de que haya crímenes sin resolver, más de 300, el hecho de que tengan que ver cómo se produce el culto al terrorista en la calle. Las víctimas son incómodas porque nos recuerdan el mal y hay una parte de la sociedad que dentro de la lógica quiere pasar página de lo que pasó y las víctimas nos recuerdan que todo eso está ahí y ellas siguen ahí."

Tras la perplejidad social que surgió al conocerse que EH Bildu incluía en sus listas electorales para el pasado 28 de mayo a ex terroristas que cumplieron condena por delitos de sangre, la autora del libro recuerda: "La denuncia de que esas personas estaban en una listas electorales la hizo Covite porque el colectivo de víctimas del terrorismo que preside Consuelo Ordóñez siempre ha tenido esa labor de vigilante, de qué estaba pasando en ese mundo que sigue justificando el asesinato de de sus familiares. A partir de ahí el hecho de que las víctimas sean instrumentalizadas en esa pugna entre el interés de las víctimas y el interés que tienen algunos partidos por utilizarlas a su favor, es una pugna en la que las víctimas siempre salen perdiendo porque al final lo que se resiente es su propio prestigio y su propia autoridad moral. Creo que en ese en este tiempo de posterrorismo hay que tener en cuenta una ecuación curiosa y es que a las víctimas cada vez se les exige más, ser más generosas, se les exige incluso pasar página en favor de una supuesta convivencia y sin embargo a ese mundo que sigue justificando el terrorismo cada vez parece que se le exige menos".

El libro "El tiempo del testimonio" se presenta este jueves 29 de junio a las 19.00 horas en la sala de usos múltiples de la calle Descalzos 56, en Pamplona.

Totalmente Creo que el debate sobre el relato esta abierto, está encima de la mesa; es un debate que se abre solamente después de que acabe el terrorismo y que tiene que ver con el hecho de qué versión de la historia va a quedar plasmada en la memoria colectiva no solo de quienes lo vivieron, sino sobre todo de quienes no lo vivieron. y ahí hay una pugna entre quienes consideran que hay que deslegitimar la violencia, que el principal objetivo del relato tiene que ser la del legitimación de la violencia y quienes por otro lado consideran que hay otros objetivos que tienen que ver con la justificación más o menos clara de esa violencia para conseguir o para justificar una serie de objetivos políticos.

Fue eh contestar a la pregunta de y ahora qué ha pasado todo qué hacemos con todo esto. Y la respuesta que creíamos que teníamos que dar era la de la pedagogía de las víctimas. Nosotros pensábamos o al menos intuíamos que los testimonios de las víctimas podían influir o incluso cambiar la percepción que tienen los alumnos universitarios sobre el pasado y lo que hicimos en varios experimentos en este mas cuantitativo que mencionas, también en otros más pequeños que se mencionan en el libro, es analizar qué ocurría en la audiencia, en ese caso alumnos universitarios, cuando eran conscientes o conocían los testimonios de víctimas que para ellos hasta ese momento eran totalmente desconocidas. Y una de las cosas que concluimos fue que los testimonios de las víctimas hacían que la opinión que tenían ellos sobre el terrorismo empeorara y que la propia visión que tenían sobre las víctimas también cambiase. Para ellos la víctimas eran seres totalmente ajenos, protagonistas de una historia que les sonaba ficción y de repente esa historia se concreta y pasa a de ser una abstracción a hacer algo totalmente tangible a través de esos testimonios.