La hostelería navarra destaca el papel de las vitrinas en las barras de los bares

Pamplona

Los bares y establecimientos de hostelería en Pamplona llevan décadas utilizando vitrinas en las barras para proteger la comida de gérmenes y para mantenerlos fuera del alcance del cliente para evitar que se consuman sin el control de los camareros. Una medida que luego hizo obligatoria el ayuntamiento de Pamplona y que la mayoría de establecimientos respetan a pesar de que vendían más pintxos cuando no había protecciones. La gran mayoría de los bares de la capital navarra prioriza la higiene y la buena conservación de sus productos en barra a pesar de que tienen comprobado que el cliente consume más cuando no tiene delante vitrinas protectoras. Juan Carlos Oroz es el portavoz de la Asociación Navarra de Pequeña Empresa de Hostelería (ANAPEH): "En Pamplona tenemos este sistema desde hace muchísimos años y por eso nos extrañaba y nos chocaba lo que nuestros vecinos de Guipúzcoa podían hacer allí porque nosotros entendemos que ese modelo favorece las ventas".

Mientras que en San Sebastián y el resto de Guipúzcoa sí es más común que los pintxos no tengan protección, en Pamplona sí se protegen, según Nacho Calvo, el secretario general de la Asociación de Hostelería de Navarra: "En Pamplona y en Navarra muchísimos pintxos se elaboran en cocina. Es decir, no están en el expositor sino que lo pides en cocina y se elabora el momento en la cocina. Además, yo creo que hace tranquilamente 15 o 18 años que no he tenido ninguna sanción de ese tipo, por no poner vitrinas protectoras. Ambas asociaciones coinciden en que la imagen del establecimiento mejora cuando el cliente nota que se respeta la higiene durante el servicio.

Protección que agradece el cliente

El que los clientes prefieran que los productos en barra cuenten con una protección de cristal o plástico contra gérmenes es un hecho que hemos comprobado en los propios bares de la capital navarra: los clientes prefieren que los pintxos estén protegidos tras las vitrinas y los camareros también prefieren este tipo de servicio. Se trata de una opinión personal de cada camarero pero por lo general prefieren vitrinas sin tapa para servir más rápido. Una camarera de la calle Estafeta de Pamplona declaraba que "a mayor volumen de pintxos yo creo que la vitrina es mejor porque si tiene dos pisos cabe mucha más cantidad y es más cómoda para trabajar".

También hay quien indica que es difícil cumplir a rajatabla la normativa municipal, porque según otro hostelero de la Estafeta "las vitrinas tienen que ser cerradas, y al final siempre esta reñida la estética con la productividad: cuanto más bonito es más vamos a vender, pero sí tengo que decir que la norma no la terminamos de cumplir porque las vitrinas tienen que estar cerradas del todo, no vale solo con una mampara.

Respecto a los clientes hay quien decía que se trata de "un tema más de higiene y es positivo que haya una pequeña protección para que no esté tan al alcance de los gérmenes y de la gente en general".