Antes era "un buen negocio", ahora es una castaña
El cambio climático impacta directamente en el negocio de los castañeros navarros, como cuenta, en La SER, Mikel Álvarez tras 43 años como castañero
¿Cómo está afectando el cambio climático a los castañeros?
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Pamplona
En los últimos años el negocio de las castañas se ha convertido en "todo un lujo" y poder vender castañas "en condiciones" no es tarea fácil para quienes se dedican a hacerlo en las calles de Pamplona. Mikel Álvarez lleva 43 años asando castañas y se le conoce ya como 'el castañero de San Nicolás'. Es el más veterano de la capital navarra, empezó en 1980, con 20 años, y no se ha perdido ni una sola temporada desde entonces. Después de tantos años en el negocio, asegura que "la venta ya no es como antes". El cambio climático, los incendios, la sequía o las plagas han impactado directamente en el negocio "encareciendo el producto" y haciendo que cada vez sea "más complicado" encontrar "un buen género".
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Según explica Álvarez, conseguir "una buena castaña" supone a día de hoy tener que desplazarte "lejos" y pagar "un precio alto" mientras que antes, encontrabas género de calidad en cualquier mercado "sin necesidad de salir de la ciudad". Considera que la castaña buena "se ha convertido en todo un lujo" y el tener que desplazarte para encontrarla y pagar más por ella hace que también suban los costes para el propio castañero. Aun así, el castañero de San Nicolás, asegura que sigue siendo un producto que se vende en las calles de Pamplona.
Como cada año, Álvarez ha conseguido el permiso del Ayuntamiento de Pamplona para instalar su puesto en San Nicolás y espera "estar asando castañitas el día 22 o 23 de septiembre". Reconoce que hay años en los que las temperaturas " todavía veraniegas" hacen que se una el último helado de la temporada con la primera castaña, pero asegura que "una vez que se prueba esa primera castaña ya no hay marcha atrás".
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Castañas en Pamplona
El Ayuntamiento de Pamplona ha autorizado para esta temporada la venta de castañas en once puntos de la ciudad, dos menos que la pasada temporada (Plaza de la Cruz y avenida Zaragoza). Los puestos estarán ubicados en la plaza de San Nicolás, la calle Comedias, el chaflán de la calle Estafeta con Duque de Ahumada, en la calle Mercaderes, en la esquina de Yanguas y Miranda con Conde Oliveto, en la confluencia de la calle Monasterio de Urdax con la avenida de Bayona, en la zona de los cines Golem, en la plaza de Merindades, en la esquina de la calle Cortes de Navarra con avenida de San Ignacio, en la entrada del ascensor de Descalzos en calle Bajada del Portal Nuevo y en el mercadillo de Landaben.
Este próximo otoño no habrá puestos de castañas en la plaza de la Cruz, ni tampoco se licita el puesto de castañas del chaflán de la avenida de Zaragoza y la avenida de Galicia. El año pasado quedó vacante, pues nadie presentó documentación para ocupar ese espacio. El Ayuntamiento de Pamplona ha decidido en este 2023 no sacarlo como punto de venta. El plazo de presentación de solicitudes finaliza el 8 de septiembre, a las 14 horas.
