Beloso

Pamplona

Hoy que la política nacional está mirando al congreso de los diputados y a la investidura sin votos de Feijóo, escuchamos frecuentemente lo de llamar al consenso. Las palabras son estas, por ejemplo, en Pamplona, en su alcaldesa.

Dice Ibarrola desde que fue nombrada alcaldesa que quiere acordar y consensuar con el resto. Y es normal, si tenemos en cuenta que tiene sólo 9 de los 27 asientos del pleno. Pero a las palabras, ¿les siguen los hechos?

Ibarrola elige ahora este proyecto para confrontar, de nuevo, con el gobierno de Navarra. Y no sólo con el gobierno de Navarra, sino con el ayuntamiento de Burlada. E incluso con su antecesor, Enrique Maya, que es vicepresidente de su partido. Porque fue Maya quien firmó el proyecto que ahora ella manda a un cajón.

Lo adelantamos ayer en la SER, el informe que Ibarrola pidió a Medio Ambiente y que le dijo que no había níngúna afección relevante a la flora y a la fauna de esa zona en el proyecto de carril bici. Documento que habla de 270 y no de 400 árboles, como cuenta la alcaldesa. Y que recuerda algo que se hace evidente sólo pasando por ahí. 120 árboles están en la acera y por muy prácticamente parecido que sea el proyecto que Ibarrola dice tener, será dificil no tener que eliminar. Salvo que hagas un "carril bici" como los de los tiempos de Barcina, esos que consistian en pintar una raya en la acera con árboles, señales o cualquier obstáculo en mitad de esa línea.

Enfrentamiento entre la principal institución que dirige UPN con el gobierno de María Chivite que hace que hasta el PP le recuerde que pone en riesgo 4 millones de euros.

García Adanero, que votó a Ibarrola hace ahora 100 días en la constitución del ayuntamiento. Enfrentamiento hoy, parálisis de proyectos relevantes en la capital que suma prácticamente una década.