Las lluvias otoñales empapan la montaña navarra: "Los suelos se están saturando"

Pamplona

El año hidrológico ha comenzado en Navarra con fuerza en sus primeros compases. Pese a que la primera quince de octubre fue seca y las temperaturas en ese mes han estado por encima de la media, la segunda quincena y el inicio de noviembre están aportando abundantes lluvias. Sobre todo en las montañas del Pirineo Occidental, desde Roncesvalles hacia el oeste de la cadena montañosa. También lluvias importantes en la divisoria de aguas que separa la vertiente cantábrica de la mediterránea. Peio Oria es el delgado de Aemet en Navarra: "Las temperaturas se han normalizado aunque siguen siendo altas todavía para la época. Pero sobre todo han llegado las lluvias con acumulaciones muy considerables tanto en esta última borrasca como en las anteriores. Tanto es así que octubre ha finalizado como un mes húmedo a pesar de que en la primera mitad no cayó una sola gota y podemos adelantar que estamos ante uno de los otoños más lluviosos de la época", sentencia.

Las importantes precipitaciones están aportando un caudal destacado que acaba en los embalses de Itoiz y Yesa, que han incrementado notablemente su volumen de agua embalsada. José María Vinué, presidente de la Comunidad de Regantes del Canal de Bardenas, explica: "A mediados de octubre teníamos unas reservas de cien hectómetros cúbicos y subir a los 260 casi que tenemos ahora es una gran noticia; eso implica que la campaña próxima está muy cerca de la normalidad", asegura.

Peio Oria explica que "donde más está lloviendo es en las cabeceras del Pirineo Occidental, desde las zonas de Astún y Candanchú, los valles pirenaicos de Aragón, que son los que alimentan al embalse de Yesa, hasta la zona de Roncesvalles, la divisoria de Belate. Hay zonas en las que se han acumulado varios cientos de litros en prácticamente las últimas dos semanas. El actual episodio está dejando cantidades en torno a los 50 litros por metro cuadrado y esto va a hacer que los embalses de Itoiz y Yesa aumenten claramente su capacidad embalsada".

Y las consecuencias empiezan a apreciarse sobre el terreno: "Los suelos se están saturando muy rápidamente; hemos hablado de sequía pero debido a estas acumulaciones tan grandes, tanto ahora como a principios de septiembre con la dana y las tormentas posteriores, nos van a colocar en las puertas del invierno de modo que si llega un episodio con mucha precipitación nos iremos al otro extremo y habrá que empezar a vigilar los ríos", explica el delegado de Aemet.

Y de momento el tiempo se mantiene "animado", señala Oria, porque continúa "la circulación desde el Atlántico y seguiremos con tiempo nuboso y lluvias que pueden ser cuantiosas tanto mañana viernes como en la primera mitad del sábado". Y la semana que viene puede que sigan las precipitaciones en Navarra, teniendo en cuenta que ya se anuncia la llegada de otra borrasca profunda a España durante el fin de semana, llamada "Domingos".