Desastre

Pamplona

Tres vueltas al cole. Tres incumplimientos de lo firmado. Lo firmado es cumplir la ley, por cierto. Es lo que ha ocurrido en los últimos tres meses de septiembre en los colegios que siguen mandando a los chicos a 7 kilómetros de las chicas en Navarra. Modelo de segregación por sexo que la chavalería de esos centros sabe bien cómo defender. Les crece el cerebro antes a ellas que a nosotros. Y además nos distraen.

Muros que se ven normales cuando no conoces otra cosa. Desastre, dicen, pero la realidad es que hoy son ya 3 cursos, primero, segundo y tercero de primaria en los que estos dos centros mezclan, por fin, a su alumnado. Y es lo que van a tener que seguir haciendo si quieren que tú y yo sigamos pagando su educación. Lo dejó claro el Constitucional y hoy el Tribunal Superior de justicia cierra la penúltima puerta que le quedaba a este método de separación por sexos. Desestima los recursos de Irabia Izaga y Miravalles el Redín y avala que Educación deje de financiar ese modelo segregado.

Y es claro; "los recursos públicos no han de acudir incondicionadamente allá donde vayan las preferencias individuales". Porque el mantra de UPN, PP y Vox con este asunto ha sido hablar de ataque a la libertad de elección. Y la justicia es clara; elegir puedes elegir lo que quieras, pero si quieres educar con los niños a 7 kilometros de las niñas, porque les crece antes el cerebro o por lo que quieras, te lo pagas tú.