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Irabia - Izaga abandona la segregación por sexo para poder seguir recibiendo financiación pública

El colegio informa a las familias de que lo hace "por imperativo legal" después de que Educación extinguiera el concierto por haber incumplido el compromiso de no separar niños de niñas en clase

Pagina web del colegio Irabia-Izaga / web Irabia-Izaga

pamplona

El colegio Irabia-Izaga, de Pamplona, cambiará de modelo a partir del 1 de septiembre de 2024, dejando de mandar a los niños a un centro a 7 kilómetros del de las niñas. Por tanto, pasará a ser un centro mixto en todas sus etapas, una decisión que toma "por imperativo legal", según ha explicado en un comunicado el presidente de la Asociación Irabia-Izaga, Faustino Cordón. "Tras un largo periodo de estudio y un reciente proceso de escucha a las familias, desde el colegio Irabia-Izaga hacemos pública esta semana nuestra decisión de cambiar de modelo educativo, pasando del actual modelo diferenciado a un modelo mixto. Hemos tomado esta medida con pena por su origen, pero afrontamos con optimismo el panorama que se abre ante nosotros", remarca Cordón.

Ha precisado Cordón que Irabia-Izaga es "desde sus inicios, por expreso deseo de su principal impulsor, san Josemaría Escrivá, un colegio abierto a cualquier familia, con independencia de su poder adquisitivo". "En sus casi sesenta años, el colegio ha aportado a la sociedad 5.000 antiguos alumnos, muchos de los cuales han podido progresar gracias al ascensor social que Irabia-Izaga ha sido en estas décadas", ha dicho. Sin embargo, ha remarcado que "para conservar rasgos importantes de nuestra identidad, como su apertura a familias de cualquier condición socioeconómica, y deseando seguir sirviendo a la sociedad navarra, afrontamos ahora por imperativo legal el reto de convertirnos en un centro mixto en todas sus etapas, a partir del 1 de septiembre de 2024".

Para "seguir creciendo", ha continuado Cordón, "cuidaremos nuestras raíces: entre otras, la identidad cristiana del colegio y su vivificación siguiendo las enseñanzas de san Josemaría Escrivá". "De hecho, seguirá existiendo una colaboración con el Opus Dei, que se materializará principalmente a través de las personas que viven su espíritu y procuran mantener actual la misión del colegio", ha asegurado.

En los últimos años, según ha dicho, "hemos sostenido que haríamos lo necesario para conservar los conciertos, pues no podíamos dejar de lado a centenares de familias por motivos económicos". "Para conseguirlo, hemos decidido el cambio de modelo educativo. Mantenemos ahora que, en el futuro, renunciaremos a lo que haga falta para conservar otro rasgo esencial de nuestro colegio, si fuera atacado: su identidad cristiana y los valores inherentes a ella", ha manifestado.

Tras la aprobación de la última Ley Orgánica de Educación, el gobierno foral requirió a los centros que quisieran renovar los conciertos de financiación pública un compromiso con el cumplimiento de la normativa vigente, entre ella esa Ley Orgánica que obliga a que las aulas sean mixtas si se quiere mantener esa financiación. Tanto Irabia-Izaga como Miravalles-El Redin, colegios vinculados al Opus Dei, firmaron ese compromiso pero luego mantuvieron esa segregación por sexo, lo que llevó a Educación a poner en marcha la extinción de los conciertos. El TSJN rechazó el recurso interpuesto por los colegios contra esta extinción en Primaria y está previsto que se pronuncie antes de final de año sobre la misma decisión en Bachillerato. A comienzos de este curso los colegios, pese a haber firmado ese mismo compromiso para concertar la educación Secundaria siguieron con su misma práctica. En el caso de Irabia-Izaga, el centro al que van los chicos está en el barrio de la Txantrea de Pamplona y el de las chicas está en Cordovilla, a 7 kilómetros unos de otras. De igual modo, el centro de chicos de Miravalles-El Redín está en Aranzadi y el de chicas en Cizur Mayor. Las familias de este último centro se reúnen la tarde de este miércoles con la dirección de los centros para decidir si asumen mezclar el alumnado para seguir teniendo financiación pública o convertirse en colegio privado para seguir segregando.