Las inmatriculaciones realizadas por la Iglesia navarra no caen en el olvido: "Mientras haya apropiación, os traeremos carbón"

Pamplona

Este viernes 29 de diciembre, a las 17:30 horas, la Plataforma en defensa del patrimonio navarro vuelve a convocar a la ciudadanía a la clásica entrega de carbón al Arzobispo de Pamplona y Tudela por no haber devuelto todavía los bienes inmatriculados por la Iglesia navarra en las últimas décadas. Los actos vuelven a convocarse un año más y esta vez bajo el lema "Mientras haya apropiación, os traeremos carbón". Es la última vez que le llevan carbón al actual arzobispo, don Francisco Pérez, porque el próximo 27 de enero será relevado por Florencio Roselló. El portavoz de la plataforma, Andrés Valentín, ha expresado en la primera llamada del día que de la próxima etapa en el arzobispado espera lo mismo que de la actual: "Nada". Tampoco esperan nada del Gobierno de España, que ha incumplido su palabra, asegura: "Pedro Sánchez, en el discurso de investidura de la legislatura pasada, se comprometió a que el Gobierno realizaría -y cito textualmente- las modificaciones legislativas oportunas para facilitar la recuperación de los bienes inmatriculados por la Iglesia, pero nada de nada. Ha sido una mentira que durante el año ha sido cada vez más constatable".

En 2021, el Gobierno de Navarra elaboró una lista con 2.952 notas simples que recogía los bienes inmatriculados por la Iglesia navarra desde el año 1900, pero no ha habido novedades. Así, desde la plataforma reclaman la devolución de todos los inmuebles, desde los más pequeños hasta los más grandes. "Todos. Sería un insulto a las pequeñas ermitas y a las parroquias de los pueblos pequeños citar solo a las catedrales", ha matizado este miércoles.

Algunos bienes inmatriculados están en ruinas

Antes de su inmatriculación por la Iglesia, estos bienes eran tanto de propiedad pública como de titularidad particular. Lo que llama la atención es que, entre los inmatriculados desde la década de los 80 hay varios que estaban ya en pésimas condiciones. Es el caso de la ermita de San Miguel de Abaurrea Alta, que fue incluido en 2019 en la lista roja de Hispania Nostra. Construido en el siglo XIII, apenas conserva los muros perimetrales y un arco fajón. Su situación no evitó, tal y como recoge la asociación en su web, que en los años 80 la iglesia la inmatriculara a su nombre sobre plano, sin sospechar que era un edificio en ruinas.

Esta situación se ha producido en más ocasiones. En enero de 2023 ha entrado en la lista roja la iglesia románica de San Andrés, construida en el siglo XII en el pueblo de Aristu, en la merindad de Sangüesa. Fue inmatriculada a nombre del Arzobispado de Pamplona el 24 de octubre de 2008. Hay otros seis ejemplos más, como la ermita de San Sebastián de Cintrüenigo (entró en la lista en 2011 y fue registrada a nombre del Arzobispado en 2006) o la Ermita de los Remedios de Sesma, que fue inmatriculada por la Iglesia en 2002, a pesar de encontrarse muy deteriorada desde los años 60 y sin culto desde hace tres décadas.