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"Los políticos incumplen lo que nos prometieron": el Código Ético del Colegio Larraona cae en el olvido

20 alumnos del Colegio Larraona dicen sentirse "engañados" después de que su propuesta para mejorar la política se deje de lado

El incumplimiento del Código Ético del Colegio Larraona: "Vemos cómo los políticos no cumplen lo que nos prometieron"

Pamplona

¿Se interesan los jóvenes por la política? ¿Están preocupados por su futuro? ¿Creen que pueden contribuir al debate actual? 20 alumnos y alumnas del Colegio Claret Larraona de Pamplona dicen que sí, que ellos quieren aportar, pero que primero deben hacerlo los políticos. Y eso es lo que les propusieron el año pasado a los partidos políticos no solo en Pamplona y Navarra, también en Madrid. De cara a las elecciones del año 2023, un grupo de alumnos del Colegio Claret Larraona de entre 15 y 18 años decidieron que era hora de que los políticos comenzaran a tener debates más sanos, comportamientos que dieran ejemplo a los jóvenes y, para ello, les presentaron un Código Ético que ellos mismos habían redactado. Un código que recoge puntos como la importancia de la verdad, el incremento de la polarización o la necesidad de evitar el ataque al otro.

Primer Código Ético para personas que están en Política y para ciudadanos

Unos puntos que políticos como Cuca Gamarra, Patxi López, Alberto Núñez Feijóo y los aspirantes, por aquel entonces, a la alcaldía de Pamplona vieron con buenos ojos y firmaron. Ahora, sin embargo, estos alumnos dicen sentirse engañados porque "prácticamente todos los días vemos cómo los políticos no cumplen lo que nos prometieron", así de firmes han sido Blanca Otazu y Lucía Núñez, dos alumnas de 18 años redactoras del código. Mucha juventud está más sensibilizada de lo que se cree en temas políticos, han asegurado. Jóvenes que, en este caso, se han casando de ver cómo las personas que deben representarles, no lo hacen. Un camino que para ellas solo tiene como resultado el distanciamiento. Blanca y Lucía cuentan que siguen de cerca la actualidad política y que, por desgracia, aunque quisieron intentar buscar una nueva política mejor con su propuesta, "vemos que el debate se convierte en un circo en el que todos se ríen y acaban aplaudiendo y coreando insultos, unos comportamientos que nos parecen muy graves".

Un solo código pero con dos visiones: para las personas que están en política y para los ciudadanos de a pie que quieren contribuir a crear una política mejor. Para los políticos los "mandamientos" que se proponen son en primer lugar, "decir siempre la verdad y no prometer lo que no puedo cumplir". Sigue el código citando la polarización "creciente en nuestra sociedad" y la necesidad de combatirla. El tercer punto recoge la necesidad de "buscar puntos de encuentro y consenso con otros partidos políticos", en cuarto puesto "renuncio a la corrupción en todas sus formas" y por último, pero no menos importante: "Renuncio al insulto, la descalificación y el ataque personal hacia el otro". Es precisamente este último punto el que, aseguran las alumnas, menos se cumple. Y para aseverarlo aportan un ejemplo. Los protagonistas fueron el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cuando insultó al primero en el Congreso de los diputados y luego aseguró que había dicho "me gusta la fruta". Dicen los alumnos de Larraona que "al ver esta vergonzosa escena no nos lo podíamos creer, no nos entra en la cabeza cómo puede tener tan poco valor para los políticos lo que firman. Por no hablar de la facilidad con la que juegan con nuestras ilusiones, con la confianza que los jóvenes tenemos en ellos y con la reputación de nuestro país. No podemos permitir que nuestros representantes sean personas que no tienen ningún tipo de respeto hacia sus compañeros. Tal vez para ellos sea una simple expresión, pero para nosotros dice mucho".

En cuanto a la cuestión de la polarización, estas alumnas han querido dejar un recado: "Los políticos tienen que tener en cuenta que todas las opiniones pueden aportar mucho y también deben fomentar un debate más sano, en el que no hagan uso de descalificaciones personales, sino que se centren en los temas que debaten".

Para las personas que quieren ejercer la ciudadanía dejan también cinco buenas prácticas a seguir: "Me comprometo a ejercer mi derecho al voto con la seriedad que merece" es el primer consejo. Le sigue el compromiso a informarse con más rigor y pluralidad y a renunciar a la crítica destructiva hacia políticos e instituciones. En cuarto lugar, renunciar, piden, a cualquier forma de violencia como modo de protesta. Y en quinto puesto, "renuncio a la corrupción en todas sus formas".

Alumnos que aunque a día de hoy se sienten decepcionados, creen que hay un futuro en política al que toda la ciudadanía debe contribuir. No solo los políticos que, reconocen, son los que más deberes tienen, también los jóvenes que van detrás porque concluyen Blanca Otazu y Lucía Núñez, "de nosotros depende nuestro futuro".