Dióxido de nitrógeno: Por qué necesitamos reducir sus niveles en Pamplona
Acompañamos a los responsables de Medio Ambiente en la visita a una de las estaciones de medición de calidad del aire en Navarra
El control de la calidad del aire que respiramos en Navarra
Pamplona
Mejorar la calidad del aire que respiramos en nuestras ciudades reduciendo sus elementos nocivos es uno de los retos fundamentales a los que se enfrenta la ciudadanía y las distintas administraciones. Uno de esos agentes nocivos es el dióxido de nitrógeno. Es un compuesto químico formado por los elementos nitrógeno y oxígeno. Se forma como un subproducto en los procesos de combustión a altas temperaturas. Los vehículos con motor de combustión producen este gas tóxico, irritante y precursor de la formación de partículas de nitrato. En Navarra, Pamplona y su comarca, que concentra más de la mitad de la población de la Comunidad, vigila los niveles de NO2 teniendo en cuenta que en pocos años la Unión Europea va a exigir un umbral máximo de partículas mucho más exigente que el actual. El límite anual fijado por directiva europea hoy es de 40 microgramos por metro cúbico como promedio anual. La nueva normativa que se prepara para 2030 se reduce a 20 microgramos por m3. En Pamplona y comarca hoy ronda los 31-32 microgramos de media anual. Eso significa que en la actualidad se cumple con la normativa pero hay que mejorar mucho en los próximos años para adecuarse a las exigencias de la futura directiva europea. Nos lo explica en La Ventana de Navarra el Jefe de Sección de Calidad del Aire y Cambio Climático, Francisco Javier Vera. Con él visitamos la última de la estaciones de medición de calidad del aire que se ha instalado en terrenos de la UPNA, en El Sario, a las afueras de Pamplona. En realidad, esta estación, aunque también mide el dióxido de nitrógeno, está situada en ese emplazamiento especialmente elegido por su ubicación para medir los niveles de otro contaminante muy destacado: el ozono troposférico.
En la visita organizada por el Gobierno de Navarra, El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José Mari Aierdi, ha destacado la importancia de “acelerar la transición energética para mejorar la calidad del aire en Navarra”. Según el consejero Aierdi, “la calidad del aire incide directamente en la salud de las personas y la normativa cada vez debe ser más exigente para reducir las emisiones de gases contaminantes, tanto en los procesos industriales, como en el uso de energías renovables, la eficiencia energética o la movilidad sostenible”.
Esta estación de El Sario es una de las mejoras previstas en el Plan de Mejora de la Calidad del Aire por Ozono elaborado por la Dirección General de Medio Ambiente y aprobado en sesión de Gobierno el pasado mes de abril tras haber obtenido la Evaluación Ambiental Estratégica favorable en noviembre de 2023.
Dicho plan contempla la mejora de la red de vigilancia de la calidad del aire y, en concreto, ampliarla a zonas suburbanas para un mejor control del impacto en la salud. Por este motivo se seleccionó el emplazamiento de esta nueva estación en la UPNA, dotada de analizadores de ozono y óxidos de nitrógeno.
En concreto, la Red de vigilancia de la calidad del aire de Navarra se compone ya de 11 estaciones, 8 de titularidad pública (Alsasua, Leitza, Olite-Erriberri, Tudela II y Pamplona –en la Rotxapea, Iturrama, Plaza Felisa Munárriz y Campus de la UPNA) y 3 de titularidad privada (en Sangüesa, Tudela y Funes), todas ellas gestionadas por el Gobierno de Navarra, que pueden ser urbanas, suburbanas o rurales, dependiendo del área en la que se ubiquen, y que miden valores relacionados con el tráfico, industriales y de fondo.
En 2023 no se rebasaron los valores objetivo
Durante el año 2023, no se rebasaron los valores objetivo para la protección de la salud humana ni para la protección de la vegetación de ozono en ninguna de las estaciones de la red, siendo el octavo año consecutivo en que se cumple el valor objetivo de protección de la salud y el cuarto año consecutivo en que se cumple el valor objetivo de protección de la vegetación. En ninguna de las estaciones de la red se superaron los valores límite de dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, benceno, PM10, PM2,5 y monóxido de carbono.
Tampoco se observan tendencias destacables en ninguna estación para ningún contaminante, más allá de ligeras variaciones interanuales, ya que se mantiene el cumplimiento legal en todos los casos, con valores alejados de los valores legislados. En conclusión, y de acuerdo a los resultados obtenidos en las estaciones que componen la red y su evaluación en comparación con los criterios definidos en la legislación vigente, se puede calificar como bueno el estado global de la calidad del aire en Navarra en 2023.
No obstante, en Navarra, al igual que en todo el Estado y el conjunto de Europa, se supera el objetivo de ozono a largo plazo para la protección de la salud y de la vegetación establecido por la Organización Mundial de la Salud. Según el consejero “este valor no es exigible legalmente, pero sí marca un criterio hacia el que hay que avanzar. Las calderas de combustibles fósiles y el tráfico son los principales inductores de la contaminación por ozono y por ello es importante trabajar en la transición energética y en planes de movilidad sostenible”.
La Comisión Europea ha publicado una propuesta de revisión de la Directiva de Calidad del Aire, en la que se modifican diversos valores de referencia para los principales contaminantes medidos en la Red, que deberán cumplirse en 2030. La modificación supone una reducción de los valores actuales, para aproximarse a los valores guía publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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