'Memoria anclada': los residentes de San Jerónimo de Estella se suben al escenario para activar recuerdos y generar otros nuevos
Es el resultado del proyecto piloto ‘Memoria anclada’ que trabaja el potencial de la memoria como herramienta transformadora
Estreno en Los Llanos de la obra teatral de las personas que viven en San Jerónimo de Estella
Pamplona
El espacio cultural Los Llanos se viste de gala para el estreno de la obra ‘Memoria anclada’ a cargo de La Nave Teatro, el resultado más visible del proyecto piloto desarrollado desde septiembre por la Fundación San Jerónimo de Estella junto a Labrit Patrimonio. El proyecto, apoyado por el Programa Innova de Fundación Caja navarra y Fundación “la Caixa” y del mismo nombre que la pieza escénica, se ha basado en la estimulación de la memoria de las personas mayores a partir de la identificación de fotografías u otros materiales con valor sentimental, activando recuerdos y los relatos que los acompañan.
Esos relatos han sido recopilados en formato audiovisual por la empresa especializada en patrimonio inmaterial y memoria oral Labrit Patrimonio. Tomando como base estos relatos vitales, durante la primavera han realizado unos talleres de teatro de la mano de la compañía La Nave Teatro liderada por Marta Juániz, también de Tierra Estella. En estos talleres han participado un total de 24 personas, 8 personas residentes, 2 profesionales de San Jerónimo, y 14 actores y actrices de La nave. De esta forma, el elenco cuenta con personas de hasta 101 años, como es el caso de Carmen de Miguel, que participa junto a su hijo de La Nave, toda una experiencia intergeneracional.
Un proyecto colaborativo
David Cabrero, director de la Fundación San Jerónimo explica que se trata de un proyecto de cocreación que “con una mirada interdisciplinar parte de vivencias individuales ancladas en la memoria para generar herramientas con los que contribuir a la fijación de esos recuerdos y generar otros nuevos”.
El proyecto se ha abordado desde tres perspectivas encarnadas en los agentes colaboradores: la antropológica (a cargo de Labrit Patrimonio), la sociosanitaria (representada por la Fundación San Jerónimo) y la escénica (encarnada en Marta Juániz y La Nave Teatro). Cabrero subraya que “cada una, desde su ámbito de conocimiento, procesos y metodología, sitúa en el centro a las personas mayores que participan en la muestra y su papel como transmisoras de memoria”.
El proyecto ha tenido un doble resultado, por un lado lo que llaman la ‘llave de la memoria’, un repositorio individual de los recuerdos recopilados mediante las fotografías interpretadas en forma de herramienta digital de estimulación cognitiva. Y por otro lado, la pieza escénica que estrenarán la semana que viene.
En palabras de Cabrero, la comunidad protagonista de la muestra ha ejercido un doble papel: “por un lado, como creadora de contenidos para las diferentes herramientas de recopilación y transmisión; y, por otro, es la primera beneficiaria en la socialización de los resultados obtenidos en el proceso, como usuaria de las ‘llaves’ o la creación teatral.
Potencial transformador de la memoria
Labrit Patrimonio está especializada en la salvaguarda y transmisión de la memoria oral de personas mayores. “Cada vez que recopilamos una historia de vida observamos una transformación en la persona informante, que pasa de comenzar dando respuestas breves a explayarse en sus descripciones, de ceñirse a las preguntas a reflexionar sobre los diferentes temas que han surgido en la entrevista, de iniciar la sesión con ciertos nervios a olvidarse de la cámara, de empezar hablando bajo a acabar cantando jotas”, explica Beatriz Gallego, coordinadora del proyecto. “Las preguntas de nuestro cuestionario no sólo activan sus recuerdos, también generan una serie de reacciones en cadena que se manifiestan en las emociones o el lenguaje corporal”, añade.
Gallego explica que las personas participantes en estos proyectos suelen ser las primeras sorprendidas en haber sido capaces de recordar tantas cosas, de revivir tantas sensaciones que creían olvidadas. Según la responsable de Labrit, estos recuerdos convenientemente canalizados permiten explorar otras posibilidades, nuevas maneras de recordar, por ejemplo, a través de la creación desde diferentes disciplinas artísticas, como es en este caso las artes escénicas.