Balance positivo del festival de Olite del cuarto de siglo
La dirección del festival considera que ha sido una gran edición en lo artístico y en lo participativo
La primera llamada del día: Ane Pikaza, codirectora festival de teatro de Olite
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Pamplona
Este pasado domingo, con la representación de Iribarne, de la compañía Butaca Zero en La Cava, con el castillo como trasera de escenario, echó el telón la edición número 25 del festival de teatro de Olite. Han sido 27 funciones entre el 19 de julio y esta última representaión del domingo.
El "La primera llamada del día", en la SER, la codirectora del festival de teatro de Olite, Ane Pikaza, ha hecho un balance preliminar, balance que no ha podido ser más positivo: "Ha sido una edición fantástica en todas sus dimensiones... artísticamente, a nivel participativo, a nivel social, tenemos la sensación de que el festival crece cada año en diversidad, en público, en calidad artística, y la verdad es que este año ha sido especialmente emocionante por la celebración de estos 25 años y la gran asistencia de público".
Un festival, el de Olite, que terminó siendo de teatro clásico, para después discurrir por derroteros muy variados. y es que, según ha asegurado Pikaza en la SER, su esencia es el cambio: "Su identidad es cambiar, es adpatarse, es estar en continuo movimiento, como lo está el arte en su labor de transformación social, y con él las artes escénicas".
25 años de festival, que lo han convertido, dice Pikaza, en una referencia. Todo por lo menos en parte fruto del trabajo de la dirección que comparten desde la edición de 2022 la propia Ane Pikaza y María Goiricelaya. Su contrato abarcaba dos ediciones más un máximo de tres prórrogas si así se decidía desde el Departamento de Cultura. Pikaza confirma que a ambas codirectoras les gustaría seguir al cargo en la edición de 2025, y se postulan para ello: "Desde luego, así lo haremos, el año que viene será la cuarta edición que hagamos, y nos encantaría seguir haciéndolo, porque la verdad es que es precioso ver el rumbo que va siguiendo el festival, y el trabajo que hacemos con este gran equipo que está día a día levantando el telón y trabajando durante todo el año para que esto pueda suceder, porque el festival solo es el refelejo del trabajo de las personas que participan en él".
Trayectoria de las directoras artísticas
Creadoras, mujeres de teatro y gestoras culturales, María Goiricelaya y Ane Pikaza llevan años trabajando juntas en el sector de las artes escénicas. En 2017 crean La Dramática Errante, un sello artístico que se desarrolla en proyectos de diversa índole, cercanos a la realidad y comprometidos. Miembros estables de Kabia Teatro desde 2007 como actrices e investigadoras, han desarrollado su carrera en instituciones y entidades culturales tanto públicas como privadas. Entre sus últimas producciones más destacadas se encuentran El Patio de mi Casa - Harri Orri Ar (finalista en los Premios Max 2021 a la Mejor Autoría Revelación), Lyceum Club (candidata en los Premios Max 2019 a Mejor Espectáculo Revelación y Mejor Autoría Revelación) y las recientemente estrenadas con gran éxito ‘Yerma’ (Sala BBK) y ‘Altsasu’ (Teatro Arriaga).
Goiricelaya, doctora en artes escénicas, licenciada en Comunicación Audiovisual y con dos másteres en teatro y artes escénicas, posee un máster en gestión cultural, está al frente de la programación artística de La Sala BBK, en Bilbao, es directora artística del Festival BBK OFF, y cuenta con experiencia en la dirección y producción de espectáculos. Por su parte, Pikaza es licenciada en Bellas Artes y también cuenta con el máster en gestión cultural y ha desarrollado su carrera profesional en la dirección, producción, gestión y distribución de obras teatrales. Su faceta como actriz e ilustradora es ampliamente conocida en el País Vasco.
Ambas creadoras consideran que las direcciones colegiadas son el futuro de los espacios artísticos porque “empujan al diálogo, diversifican la mirada y, en definitiva, enriquecen los proyectos”.