"Con la inteligencia emocional podemos ayudar a sufrir menos y disfrutar más de la vida"

Navarra

En unos tiempos en los que se habla más de la inteligencia artificial que de la propia inteligencia humana, conviene también poner el foco en la capacidad del ser humano para adaptarse ante las dificultades del día a día. Decía Baltasar Gracián en 'El arte de la prudencia' que "en la vida no no basta ser inteligente, pues también se precisa una buena predisposición de carácter". Ello tiene mucho que ver con lo que desde hace unos tres decenios se conoce como la inteligencia emocional. En 'La Ventana de Navarra' hablamos con el profesor en Educación de la UNED Juan Carlos Pérez González, director científico de la Cátedra de Inteligencia Emocional de UNED Pamplona y Fundación Caja Navarra. Este martes pasado, 1 de octubre, el consejero de Educación del Gobierno Foral, Carlos Gimeno, y la directora de UNED Pamplona, Teresa Imízcoz, han firmado un convenio de colaboración para fomentar la educación emocional en el profesorado y alumnado de Navarra.

Imízcoz ha explicado en este acto que el interés por la creación de una Cátedra de Inteligencia Emocional en la UNED de Pamplona, de la que es directora, “parte de las necesidades sociales detectadas, así como del importante impacto que en muchas áreas de la población navarra pueda tener la formación, investigación y transferencia del conocimiento”.

“Fruto de este interés social, se constituyó la Cátedra de inteligencia emocional UNED Pamplona-Fundación Caja Navarra en febrero de 2024. Desde entonces, han participado más de 2.400 personas en nuestros cursos de formación y conferencias sobre inteligencia emocional”, ha señalado.

Imízcoz comenta que es importante empezar por esta educación emocional desde edades tempranas y "abordarla desde los dos ámbitos fundamentales en la educación de niños y jóvenes: la escuela en todas sus etapas formativas, y la familia. El objetivo es dotar al profesorado navarro de conocimientos y herramientas para trabajar la educación emocional en las aulas”.

El consejero Gimeno, ha destacado que Navarra viene de "un vuelco inesperado en la escolarización, de pasar por una pandemia, por una escolarización truncada en dos cursos académicos y esto ha provocado una brecha emocional en el alumnado. La recuperación del bienestar emocional junto a la recuperación del nivel de aprendizaje que se pudo perder son dos cuestiones en las que hay que trabajar”.

“Los niveles de ansiedad, depresión y de ideas suicidas entre los escolares se van incrementando y eso exige una intervención y actuación que esté perfectamente planificada. Hay que rentabilizar y optimizar todos los recursos para que el profesorado y alumnado navarro mejoren en este aspecto y la calidad del sistema educativo navarro siga avanzando. Este convenio va a revertir de una forma significativa y relevante en el sistema educativo navarro”, ha añadido.

Con este convenio, se pretende impactar positivamente en la educación navarra de los niveles de educación Primaria, Secundaria, Formación Profesional y Bachillerato.