Los Encuentros de Pamplona debaten sobre la dificultad del pensamiento propio
La jornada ha contado con las conferencias de Susan Neiman, Apichatpong Weerasethakul junto a Béla Tarr, y Eduardo Sáenz de Cabezón junto a Luciano Espinosa
La escritora y filósofa Susan Neiman en los Encuentros de Pamplona ha analizado los entresijos de la teoría de Kant, sobre si es cierto que carecer de un pensamiento propio se puede atribuir a ser "cobarde o vago", o es el sistema el que está diseñado para fomentar el miedo "a no pensar por sí mismo para favorecer así a los gobernantes".
Lo ha dicho la propia Neiman en rueda de prensa, poco antes de participar en la cuarta jornada de la bienal internacional de cultura, arte y pensamiento "Encuentros de Pamplona/Iruñeko Topaketak 2024", con una conferencia titulada "Pensar sin barandillas", en la que precisamente se adentra en la dificultad de sostener un pensamiento propio y sin influencias en el mundo actual de la sobreinformación.
Vivir sin la influencia del pensamiento
También ha avanzado su intervención en esta jornada el cineasta y artista visual Apichatpong Weerasethakul, quien ha protagonizado un diálogo con su compañero Béla Tarr, sobre "La vida, la muerte y todo lo del medio".
"Me gusta reflexionar sobre cómo podríamos vivir sin la influencia del pensamiento", convencido de que "uno de los mayores miedos del ser humano es precisamente este, el silencio. No podemos vivir sin que nuestra mente nos esté bombardeando continuamente, y por eso, en general, necesitamos el arte, necesitamos la música, la filosofía como entretenimiento", ha planteado.
La IA no arreglará el problema de la estupidez natural
Además, han intervenido el pensador Luciano Espinosa y el matemático y teólogo Eduardo Sáenz de Cabezón, antes de su charla sobre "La mano y el algoritmo", dos conceptos que se perciben como una dicotomía pero que Sáenz de Cabezón ha explicado en la metáfora de que "la Inteligencia Artificial (IA) son unas nuevas manos, no un nuevo cerebro" como muchos apuntan.
Así, se ha mostrado optimista sobre el desarrollo de la IA como "uno de los muchos procesos de mecanización" como los que antes ha habido en la historia del mundo para ayudar al ser humano, aunque sí que ha mostrado su "preocupación" por la "definición reduccionista de la inteligencia como capacidad de hacer cosas, cuando es mucho más".
Al respecto, Luciano Espinosa se ha mostrado "un poco más pesimista, no tanto porque la inteligencia artificial no tenga una utilidad y unas prestaciones fantásticas, que es evidente que sí, sino porque el contexto social, económico, geopolítico no ayuda para que haya ninguna forma de control social sobre la misma de mínima regulación democrática".
Hora 14 Navarra