Más de 300 becadas anilladas por el Club de Cazadores de Becada en Garralda

En el municipio navarro de Garralda, en el Valle de Aezkoa, el club de cazadores de Becada está inmerso en la quinta temporada de un proyecto pionero, el de la "Casa de la becada - Gure etxea", que promueve la caza sin muerte de estos animales para su anillamiento científico y el censo de las becadas.

En declaraciones a la SER, Miguel Minondo, delegado del club de cazadores en Navarra, ha explicado que "en este caso, es un trabajo que se realiza sin perros. Las becadas durante el día permanecen escondidas en el bosque, y de noche salen a las praderas, donde se alimentan de lombrices. Nosotros, de noche, sin perros, vamos con unos focos y unas redes y atrapamos a las becadas".

"Una vez hemos capturado a las becadas, le colocamos una anilla. Las pesamos, vemos su índice de músculo para ver el estado fisiológico de ellas y determinamos si son jóvenes o adultas. Se les coloca la anilla en la pata, cada una con un número. Y si en un futuro, esa becada es cazada, nos permite saber el recorrido migratorio que ha realizado y cuánto ha sobrevivido en el bosque", ha comentado Minondo.

En cuanto al número, ha anunciado que "este año está siendo flojo por las temperaturas y vientos. Entonces llevamos una treintena, que en estos cinco años de estudio es el número más bajo. Ahora esperamos que con el frío suba. Censadas, con los perros, llevamos unas cincuenta, dato también muy escaso. Hay que tener en cuenta que en los cinco años llevamos unas trescientas anilladas".

Y ha concluido afirmando que "son estudios que van a largo plazo. Pero en estos cinco años estamos observando que la presencia de becadas está muy condicionada por la temperatura. Debido al cambio climático los otoños son más templados, y menos vientos del norte. Estamos viendo que a las becadas les cuesta más llegar".

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