Inician un proceso para declarar el Monumento a Los Caídos de Pamplona como Patrimonio Artístico y BIC

Pamplona

Un grupo de personas, unidas bajo la denominación "Navarros todos y la historia completa", ha iniciado un proceso para instar a la declaración del Monumento a los Caídos como Bien de Interés Cultural (BIC), lo que impediría su modificación o derribo, y para impulsar una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que lo declare Patrimonio Histórico Artístico. El tercer pilar de la iniciativa es el inicio de un proceso de debate sobre este edificio que, "en un ambiente de diálogo sereno y educado", permita contrastar datos y diferentes visiones de la historia de la II República Española, la Guerra Civil, la posguerra y "el homenaje que rindió la sociedad de aquella época a las decenas de miles de voluntarios requetés que, mayoritariamente de manera voluntaria y altruista, entregaron su vida y hacienda por defender la fe, sus antiguas leyes y sus antiguas tradiciones".

Lo ha dicho en rueda de prensa Telmo Aldaz, en apoyo de este "grupo de navarros preocupados por la imposición desde el poder de una sesgada y falsa visión de nuestra historia", quien ha defendido el mantenimiento del Monumento a los Caídos (ya desacralizado y sin las tumbas de combatientes del bando nacional en su interior) en su integridad, en el marco del debate actual sobre su demolición o sobre su parcial conservación cubriendo algunos de sus elementos exteriores y pinturas interiores que ensalzan la causa franquista.

Ha recordado que desde pequeño él mismo acudía a este lugar "a honrar a los antepasados que murieron (...) por defender la fe y la religión y la tradición de sus mayores, en contra de nadie. Fue un acto de amor, no de odio", ha dicho para definir la participación en un bando determinado en la Guerra Civil.

"La historia está ahí para estudiarla, no para tirárnosla y volver a antiguas rencillas", ha indicado un Aldaz que ha recordado que en 1936 "decenas de miles de jóvenes salieron a esa contienda. Cientos de miles de familias apoyaron esa historia y fue en ese momento mayoritario. Yo creo que 80 años después, querer revivir esos odios no es lógico", ha subrayado.

Por ello, ha insistido en preservar la memoria de quienes combatieron en el lado nacional porque "no se puede condenar a todo un pueblo, a toda una generación con mentiras. Creo que eso es un signo de retraso", y ha defendido el informe técnico en el que se basa su petición de declarar al monumento como BIC "no sólo desde el punto de vista artístico, arquitectónico, urbanístico, sino desde el punto de vista moral".

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Al respecto, el arquitecto Ismael de la Barba ha resumido un trabajo de 160 páginas que "intenta ser lo más objetivo y desideologizado posible", en primer lugar defendiendo que el edificio del Monumento a los Caídos "está realizado por quizás las mentes artísticas y técnicas más importantes que hubo en la posguerra, como son Víctor Eusa o Ramón Stolz".

Además, el edificio, que urbanísticamente marca el II Ensanche de Pamplona "ha tenido una presencia a lo largo de los últimos 60-70 años muy importante en lo que ha sido el crecimiento de la ciudad" porque fue "el eje".

En cuanto a su conservación, el arquitecto ha advertido de que independientemente de que se defienda la vanguardia o el academicismo, el edificio es parte de la historia. "El patrimonio no es nuestro, nosotros simplemente lo tenemos que administrar, y nuestro deber es dejarlo como un elemento petrificado del momento en el que se hizo y que va a ser el testigo para que la siguientes y futuras generaciones puedan estudiar o aprender qué se hizo y qué pasó en la época".

También ha intervenido el vocal de la Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica Leandro Falcó, quien ha señalado que el objetivo de la asociación es "conseguir un patrimonio histórico sin ideologías y una verdad histórica sin censuras", al tiempo que ha criticado que siendo la Guerra Civil española "una guerra suicida entre hermanos (...) no podemos reescribir la historia y querer cambiarla ahora a gusto de quien esté al mando".

Ha considerado así "impensable que alguien se plantee ni siquiera tocar ese monumento que es espectacular".

Por ello, han abierto a la ciudadanía la posibilidad de apoyar con sus firmas (se necesitan 6.000) la presentación de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para que el Parlamento foral apruebe una ley que conserve el Monumento actual.