Pobreza infantil en Navarra: "La educación es un ascensor y a los pobres se les obliga a ir por la escalera"

Pamplona

La asociación Apoyo Mutuo lleva 3 años esperando acudir al Parlamento de Navarra para solicitar medidas que garanticen la inclusión en educación de los niños y niñas pobres. Este miércoles supieron que el consejero de Educación, Carlos Gimeno, les llamaría para comparecer en una mesa de trabajo para abordar sus reivindicaciones. Exigen que se cubra el coste de todo el material escolar requerido por el centro, más ayudas para comedores, un sistema de becas que favorezca la recepción de estas a las familias más vulnerables, y sobre todo, que se sufraguen las excursiones y actividades complementarias que organiza el centro escolar.

Juanjo Aragón, de la asociación Apoyo Mutuo denuncia que el sistema educativo presenta trabas importantes para las familias pobres a través de un símil: "El ascensor social que supone la educación a veces se estropea, se para, y en la mayoría de los casos se discrimina al muchacho que tenía que montarse en él y se le dice que vaya por las escaleras, que vaya andando porque no tiene algunos de las de los requisitos necesarios para coger ese ascensor".

Gastos académicos

"El centro suele pasar un listado de los materiales que debe tener cada discente. Los materiales varían de un curso a otro y algunos son fungibles. En caso de que la familia no los compre se quedan sin ellos, a no ser que la profesora los consiga por ahí y los preste o los pague de su bolsillo; también hay familias con poder adquisitivo que pagan esos costes de una compañera de la hija. Hay centros que incluyen, en la lista de materiales, unas zapatillas exclusivas para la E.F. y ropa adecuada, flauta, cuadernos de dibujo, cuadernos pautados, Chromebooks, etc. Se da el caso curioso de que muchos centros no aceptan los cuadernos adquiridos en los 'chinos'", explica la asociación Apoyo Mutuo en una nota de prensa.

"Dentro del listado anterior o en otro aparte puede aparecer un memorándum de libros de fichas y de asignatura que no entran en el plan de gratuidad y que deben ser costeados por los representantes legales del alumnado. La justificación suele ser que dichos libros no entran en el programa de gratuidad o sobrepasan el coste establecido", aseveran.

Exigen que se debe de cambiar el programa de gratuidad para el curso 2024/2025 conforme a lo establecido en la Ley Foral 6/2008, de 25 de marzo, de financiación de libro de texto para la enseñanza básica, que establece: "Si la diferencia entre la aportación de la Administración por cada alumno y el coste de cada lote de libros de texto y o materiales es negativa, la diferencia la costearán los representantes legales de los alumnos, sin adquirir por ello otro derecho que el del uso del libro durante el curso escolar correspondiente". Desde Apoyo Mutuo consideran que en ningún caso las familias vulnerables deben asumir el coste del material que se les solicita desde los centros.

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Actividades complementarias

"En todos los centros se pasa, en uno solo o por actividad a realizar, recibir por causa de transporte o actividades que cuestan un dinero y que están dentro de las Actividades Complementarias que organiza la escuela para todo el alumnado del aula, como visitas a museos, catedral o Mancomunidad", explican.

"También suele haber actividades organizadas por el centro y de no obligada asistencia del alumnado, tales como semana blanca, weekend o toda la semana inglesa. Estas actividades tienen la intención de fortalecer el aprendizaje de inglés o de actividades que no se pueden hacer en la escuela. Se da la circunstancia de que las que duran toda la semana pueden dividir la clase en dos grupos: los que pueden pagar tienen una semana estupenda rompiendo la rutina académica y ampliando su aprendizaje, y los que se quedan no siguen la marcha de aprendizaje porque les falta algún profesor o porque no pueden ampliar conocimientos reglados para no perjudicar a los que se han ido. Ni que decir tiene que se produce una división entre pobres y no; o, también, entre nivel de conocimientos en el caso del inglés", denuncian .

"Y lo que nos aterra es que las criaturas, cuyos padres no pueden pagar la actividad, sean castigadas públicamente sin participar en ellas, bien sea quedándose en casa o si acude al colegio, pasando el día en una aula de otro nivel. las consecuencias de estas medidas delictivas para los alumnos o alumnas castigados y sus familias es de una humillación terrible", añaden.

"Todas las leyes que ha habido desde 1993 contemplan que ese tipo de actividades tienen que ser gratuitas porque son complementarias a la formación y buenas para tal causa, por lo que no se le puede privar a nadie de esa actividad si no tiene dinero. Además de que se hace en el horario escolar", lamenta Aragón.

Desde Apoyo Mutuo piden que se cumpla el Artículo 88 de la Ley Celaá, que contempla que en el supuesto de que las familias quieran hacer la actividad a pesar de su coste, aquellas en situación desfavorecida no harán ningún pago para actividades organizadas por el centro, ya sean Actividades Complementarias o de libre elección para el alumnado.