Osasuna deja la puerta a cero por primera vez en 2025 para empatar en San Mamés

Bilbao

Osasuna vuelve a salir airoso de su visita a San Mamés. Los rojillos llegaban en situación crítica a Bilbao y logran sumar un valioso punto por la permanencia. La mala dinámica de las últimas jornadas, con dos derrotas consecutivas y ocho goles encajados en los tres últimos partidos, obligaban a recuperar la mejor versión, al menos la defensiva, para volver a sumar ante el Athletic. La portería a cero, clave. Casi cuatro meses después, desde mediados de diciembre en el campo del Espanyol que no encajaba gol en un partido, entonces también empate a 0. Un punto que deja con 34 a 7 los puestos de descenso a nueve jornadas para el final de liga. Un empate más y ya son 13 para alcanzar a la Juventus como rey de Europa con más tablas en el marcador.

Con hasta 6 cambios respecto al equipo que salía goleado tres días antes en Barcelona salía Vicente Moreno. Consciente de lo que se jugaba el equipo y el propio entrenador, el técnico apostaba por defensa con 3 centrales. Un sistema que quizá fue de lo poco positivo en su visita al Barça. Aitor Fernández se estrenaba en liga este curso por la sanción de Sergio Herrera y se erigió en el último bastión del perfecto engranaje defensivo rojillo. Boyomo y Herrando escoltaban a Catena en el centro de la defensa con Areso y Bretones en los carriles. Torró cumplida su sanción volvía a ser el pivote acompañado de Moncayola y Aimar Oroz con la vuelta arriba de Rubén García y Budimir.

Extraordinario Osasuna en defensa, casi desaparecido en ataque. Solo en los primeros minutos, con 4 saques de esquina en apenas 4 minutos y en el último minuto con una gran ocasión, generaba peligro el conjunto rojillo en ataque. Un cabezazo de Torró en el minuto 4 que salía rozando el poste y un remate de Rubén Peña con el tiempo casi cumplido que se estrellaba en el cuerpo de Unai Simón suponía el bagaje ofensivo rojillo. La consigna era clara, no encajar y se conseguía. Había que sumar como fuera y se lograba.

Tampoco es que el Athletic generara demasiado. Su parte de culpa tendrá Osasuna. Un equipo del potencial del de Valverde en puestos Champions y que solo en tres ocasiones relativamente claras obligaron a Aitor Fernández a intervenir. A la media hora de juego el portero desviaba con una gran estirada a córner un remate desde la frontal de Nico Williams. Y un minuto después hacía lo propio ante un disparo de Yuri. Hasta la segunda mitad no tuvo que volver a actuar de nuevo ante Nico Williams y el meta vasco salía vencedor en el duelo de la tarde.

Al final un punto de mérito en San Mamés gracias a dejar por fin este 2025 la portería a cero. La clave tiene que pasar por recuperar la solidez defensiva perdida y a partir de ahí, crecer en confianza. Todo será necesario para el próximo encuentro, tercero consecutivo lejos del Sadar, ante el rival que marca ahora mismo el descenso. Un Leganés que puso en aprietos a todo un Real Madrid en el Bernabeu y que está ahora a 7 puntos de los rojillos.