"No es cosa de Ibarrola, es de la política en general. Porque a ti y a mí en nuestro trabajo nos pagan, sí, pero también nos marcan qué tenemos que hacer"

Pamplona

Lo común es de ningún, dice un amigo de mi padre. Es la sensación, sí, pero la realidad es que lo común es tuyo y mío. Y pagarlo también.

Hoy os contamos en la SER que desde que dejó de ser alcaldesa de Pamplona, Cristina Ibarrola no participa en ninguna de las comisiones municipales. Meses después de esa moción de censura Ibarrola fue elegida como presidenta de UPN. Y sí, es comprensible que la líder del principal partido de Navarra tiene mucho trabajo como presidenta del partido. Y sí, si hay una característica de Cristina Ibarrola desde luego NO es la vagancia sino más bien la hiperactividad.

El problema está en que el jueves pasado supimos que ella es una de las concejalas con dedicación completa. Con sueldo de 2.500 euros netos al mes en 14 pagas por dedicarse exclusivamente al ayuntamiento. Pero a las comisiones en las que se organiza el trabajo municipal cada semana no va. Nunca. Y esto para su antecesor y avalista es buscar tres pies al gato.

Lo llamativo es que no hay ningún impedimento para que sea así. Legalmente no hay ninguna pega porque el reglamento no dice qué tienen que hacer los concejales con dedicación exclusiva.

Nada que decir legalmente. No es cosa de Ibarrola, es de la política en general. Porque a ti y a mi en nuestro trabajo nos pagan, sí, pero también nos marcan qué tenemos que hacer.

Pues en lo común, también debería a ser. No vaya a ser que se extienda eso del ningún.