Conxita Tunica: “En la IA hay que reaprender y, sobre todo, no tener miedo”

Pamplona

La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una realidad palpable que está transformando el tejido empresarial a un ritmo vertiginoso. En La Ventana de la Empresa navarra, Conxita Tunica Carrera, experta en IA y fundadora de CreativeMind Partners, comparte su visión sobre el impacto presente y futuro de esta tecnología en el tejido empresarial, especialmente en las pequeñas y medianas empresas.

"Esto de la IA nos ha aterrizado hace muy poco", admite Tunica, describiendo la sensación de vértigo y asombro que muchos experimentamos ante la irrupción de esta tecnología. Sin embargo, lejos de amedrentarse, Tunica abraza este nuevo paradigma con entusiasmo: "Aquí hay que reinventarse, hay que aprender, hay que estar con todas las antenas desplegadas. Esa palabra, reskilling, que ahora aparece por todas partes, define que hay que reaprender constantemente y, sobre todo, no tener miedo".

Conxita Tunica alumbró su empresa hace ahora poco más de un año -abril de 2024- con el propósito de “liderar la transformación digital a través de la IA desde una mirada práctica, humana y estratégica”. A pesar de su reciente creación, la empresa ha tenido “un despegue rápido y sólido”, cuenta. Ha impartido formaciones sobre IA y soft skills en la AIN, en el programa LIDERA para la Asociación de Hostelería, y ha sido contratada por el departamento de Innovación de dicha asociación para impulsar procesos de digitalización reales en el sector.

La fascinación de Tunica por las posibilidades y la dimensión potencial de la IA nació de una revelación: "Fue a través de Cámara de Comercio, trajeron un ponente de Estados Unidos, justo de al lado de Silicon Valley, que es donde se cuece todo, y empezó a hablar de unas cosas que me quedé “alucinada. Y estaba mirando a la gente alrededor y pensaba…' creo que no soy sola, nos ha adelantado algo y no sabemos muy bien lo qué es'. Y fue cuando me di cuenta de que lo que venía era muy grande, muy gordo, muy interesante".

Como muchas personas, Tunica temió a ese extendido ‘síndrome del impostor’ al adentrarse en este campo: " Piensas que a lo mejor yo no estoy preparada', porque al final, aunque haya estudiado ingeniería, no vengo de ciencia de Datos, no he estudiado informática, no vengo de ese mundo tan técnico, de matemáticas".

Sin embargo, esta catalana afincada desde hace un par de décadas en Navarra, ha sabido transformar esa incertidumbre en una oportunidad para ayudar a otros: "Con todo el bagaje empresarial que llevaba y lo que estaba aprendiendo, me dije… aquí hay un negocio, y sobre todo, poder ayudar. Nació más con la idea de que aquí aquí vamos entre todos”.

La IA al servicio de las pymes

Tunica destaca el papel crucial que la IA puede desempeñar en las pequeñas y medianas empresas, a menudo las más rezagadas en la adopción de nuevas tecnologías: "Es verdad que el autónomo que hace nóminas todos los meses y es el que más apurado va, creo que ha sido el que más ha entrado. Se pregunta ¿esto cómo puedo hacerlo?' Y ha sido el que más se ha interesado y el que, de momento, le ha sabido sacar más partido".

Pero, ¿cómo pueden las empresas identificar las áreas donde la IA puede ser más útil? Tunica lo explica con sencillez: " A lo que yo me dedico es a ir a esa esa empresa, sentarme con ellos con un papel y un lápiz y departamento por departamento, ver tu día a día, e identificar dónde tienes tus problemas y dónde crees que la IA o la tecnología te puede ayudar'. Y eso es lo complicado. Ahora mismo, a nivel tecnológico, yo creo que se puede hacer todo. Podemos hacerlo todo. Lo que nos faltan son las ideas, saber dónde aplicarlo".

Ejemplos prácticos

Esta experta ilustra el potencial de la IA con ejemplos concretos: "En hostelería, por ejemplo, los precios de hotel. Prácticamente el precio de la habitación lo pone la IA. Hace sus algoritmos, junta datos y saca unos precios clavados".

En restauración la IA también puede ser una gran aliada: "Algo tan simple como el escandallo en tiempo real del precio del tomate. En el momento en que te llega el albarán, tú sabes el precio de ese producto y sabes si vas a perder dinero o no en el plato que tienes en carta".

A pesar del entusiasmo por las posibilidades que ofrece la IA, Tunica subraya la importancia de no perder de vista el factor humano: "Por eso siempre digo que la inteligencia artificial tiene que ir con mucha inteligencia emocional y tenemos que potenciar valores nuestros que yo creo que los teníamos, que el día a día nos los habíamos comido, y volver a sacar esa parte más humana, que es la que nos va a hacer avanzar como sociedad".

El papel de los partners

Aunque CreativeMind Partners fue concebida por Tunica y ella se sitúa al frente de la empresa, es fundamental el papel de los 15 partners con los que cuenta ahora mismo, la mayoría de ellos de Navarra. Una red de "especialistas con experiencia previa en liderazgo, comunicación y diseño de procesos", lo que permite a Creative “ofrecer soluciones de impacto adoptadas a las necesidades reales del entorno empresarial actual”.

Además el asociacionismo empresarial juega un papel fundamental: "En Navarra, el asociacionismo de las empresas es quizá una buena plataforma, pues entidades como la Cámara de Comercio son plataformas que hacen más fuerza a través de la unión para poder llegar a proyectos como estos".

Futuro a ritmo exponencial

El futuro que se advierte con herramienta de Inteligencia Artificial es apasionante, pero también incierto. Como señala Tunica "Hay empresas que estaban a la espera de que llegase la tecnología para todo aquello que ellos tenían pensado. Habían hecho un trabajo previo y sabían exactamente dónde tenían los problemas o dónde podían mejorar como empresa. Aún no había llegado esa tecnología y ahora sí está ahí y, ahora lo pueden hacer. Y están encantadas". El gran reto es crecer de forma sostenible sin perder el ritmo del crecimiento exponencial que marca la IA. Esto implica acompañar a las empresas en la adopción consciente y estratégica de la inteligencia artificial, no solo como una herramienta tecnológica sino como un motor de transformación cultural y de las organizaciones. Un cambio que debería ser liderado “desde dentro de las empresas y que requiere que las organizaciones -grandes o pequeñas- comprendan no solo el qué, sino el cómo y el para qué de su implementación”.