"Mientras la mayoría deseamos que pasen cuanto antes los 34 días que quedan para el txupinazo, las familias de BSH quieren que vayan a cámara lenta esos días porque les va el futuro en ello"

Pamplona

Hay sonidos que van unidos al calendario. Éste es uno de ellos, unido a los primeros días del mes de junio.

Comienza la instalación del vallado del encierro y es el primer signo físico de la cercanía de las fiestas, del verano, de las vacaciones y de todo lo que apareja no sólo aquí los encierros de Sanfermines.

Ganas de verano, sí, pero el calendario del mes de junio tiene otra fecha marcada en rojo y desgraciadamente no es el rojo del pañuelo que nos pondremos el mediodía del 6 de julio. el 16 de junio BSH quiere cerrar su planta de Esquíroz.

Anuncio que hizo la empresa alemana pocos días antes de la navidad y que quiere materializar en las cercanías del txupinazo. Futuro de una plantilla que sigue en el aire pese a que BSH no ha argumentado con cifras el porqué de su decisión en una planta que nunca ha dado pérdidas. Carrera con gobierno navarro y central con empresas interesadas en hacerse con ella pero lo que falta es tiempo.

Porque la decisión de comprarse una fábrica con 700 personas trabajando no es cosa de un día para otro por mucho que sea una planta rentable, sin pérdidas y con una plantilla experimentada. Mientras la mayoría deseamos que pasen cuanto antes los 34 días que quedan para el txupinazo, las familias de BSH quieren que vayan a cámara lenta esos días porque les va el futuro en ello.