Laboral Kutxa advierte de que en 2036 Navarra podría no disponer de personas suficientes para trabajar
Datos de un informe cuyo objetivo es proporcionar una base de reflexión para los agentes públicos y privados sobre la evolución del mercado de trabajo

Presentación del informe 'Empleo y transición demográfica de la Comunidad Autónoma del País Vasco y Navarra. Horizonte 2036', elaborado por Laboral Kutxa. En el acto le acompañan el director territorial de la entidad financiera, Javier Cortajarena, y el director de estudios, Joseba Madariaga / © Iñaki Porto

Pamplona
Laboral Kutxa ha elaborado un informe en el que advierte de cierta probabilidad de que en 2036 Navarra no disponga de las personas suficientes para trabajar y plantea que cualquier estrategia de empleo en Navarra tendrá que integrar de forma estructural variables demográficas, educativas y migratorias. Además, aboga por impulsar un pacto social que "transforme la longevidad en ventaja competitiva".
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El informe, con el título 'Empleo y transición demográfica en la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra: Horizonte 2036', ha sido elaborado con el objetivo de proporcionar una base de reflexión para los agentes públicos y privados sobre la evolución del mercado de trabajo en la próxima década.
El trabajo ha sido presentado este martes en Pamplona en un acto en el que han participado la consejera de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo del Gobierno de Navarra, Carmen Maeztu; el director territorial de Laboral Kutxa, Javier Cortajarena, y el director del departamento de Estudios de la entidad, Joseba Madariaga.
Javier Cortajarena ha afirmado que "el mercado laboral tal y como lo conocemos se asoma a la mayor transformación de su historia reciente" por "la digitalización, el salto a la economía baja en carbono y el envejecimiento de la población, tres fuerzas que podrían convertir la escasez de talento en el principal cuello de botella para la competitividad nacional".
La consejera Carmen Maeztu ha explicado que el estudio ofrece "claves de suma importancia y nos proyecta un futuro que se debe trabajar desde el presente". En todo caso, Maeztu ha señalado que "a pesar de situaciones empresariales puntuales y complicadas que están de máxima actualidad estos días, Navarra se encuentra en un buen momento del empleo". Así ha destacado que el mes pasado se alcanzó un nuevo récord de empleo y por primera vez desde hace 17 años se bajó de las 29.000 personas paradas.
La esperanza de vida en Navarra ronda los 84 años, mientras la natalidad se mantiene en 1,3 hijos por mujer, lejos del nivel de reemplazo, según ha explicado Cortajarena. Así, aunque las migraciones netas actuales contribuyen parcialmente a sostener la población, la combinación de baja fecundidad y alta longevidad está impulsando un acusado envejecimiento demográfico.
En el plano del empleo, durante los 12 años retrospectivos que analiza el estudio, se ha experimentado una recuperación sostenida del empleo desde la gran crisis de 2008-2012. A pesar de la pérdida inicial de puestos de trabajo, la tasa de empleo ha mejorado de manera continuada, alcanzando en la actualidad los mejores datos desde 2008.
El estudio propone un ejercicio de proyección para esbozar cómo podría configurarse el mercado laboral en el año 2036. Atendiendo a la proyección de población del Instituto Nacional de Estadística, se aplican tres hipótesis de tasa de empleo: la primera replica el promedio observado en 2018-2019; la segunda, la media de 2022-2023, que representa la situación más actual; y la tercera, el objetivo europeo de tasa de empleo del 78% fijado para el año 2030.
La combinación entre población y tasa da lugar a tres escenarios que indican cuántas personas podrían estar empleadas en 2036, dependiendo del grado de inserción laboral alcanzado.
De forma paralela, el estudio construye un modelo de demanda. Para ello, analiza la evolución de afiliaciones y personas ocupadas entre 2009 y 2023, y extrae tres trayectorias promedio: una más conservadora, que reproduce la contracción registrada entre 2009 y 2017; una intermedia, que recoge el promedio completo del periodo, y una más dinámica, que refleja el crecimiento observado desde 2012, tras la etapa más critica de la crisis financiera.
La combinación de las tres cifras de oferta con las tres de demanda da lugar a nueve escenarios posibles. En el caso de Navarra, cuatro de esos escenarios presentan un déficit de mano de obra y en los cinco restantes el saldo es positivo, lo cual indica un excedente de personas.
Según ha señalado Joseba Madariaga, la conclusión a la que se llega es que para la Comunidad foral es muy relevante alcanzar el objetivo de tasa de empleo del 78% fijado por Europa, en cuyo caso no se aprecia déficit de personas en ningún escenario de crecimiento del empleo. Además, ha señalado que la consecución de dicho objetivo parece factible dada la brecha de únicamente 4 puntos porcentuales que existe con respecto a la tasa de empleo actual.
Laboral Kutxa ha explicado que "las estimaciones no deben tomarse como un pronóstico definitivo, sino como una herramienta flexible, actualizable conforme se disponga de nuevos datos poblacionales o se constaten desviaciones en la creación de empleo". "Su utilidad reside en evidenciar hasta qué punto la evolución demográfica condiciona la capacidad de respuesta", ha afirmado.
La entidad financiera ha señalado que "una Navarra que quiera mantener su base industrial, avanzar en servicios de alto valor y responder a los retos de una economía envejecida deberá actuar en tres direcciones: fomentar la continuidad laboral de los trabajadores sénior, atraer y retener la migración, y acelerar los programas de recualificación profesional".
En última instancia, el estudio destaca que la ecuación entre número de empleos y número de trabajadores ya no se resuelve únicamente mediante el ciclo económico. "A partir de ahora, cualquier estrategia de empleo en Navarra tendrá que integrar de forma estructural variables demográficas, educativas y migratorias si se quiere llegar a 2036 sin que la escasez de mano de obra frene el desarrollo", señala Laboral Kutxa.
La entidad considera que la adopción de políticas proactivas y la colaboración entre el sector público y privado serán fundamentales para garantizar la sostenibilidad del mercado laboral y la competitividad de la economía territorial.
A pesar de los riesgos que se ponen de manifiesto, Laboral Kutxa defiende que la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra pueden liderar la nueva ola europea de prosperidad si articulan un pacto social que transforme la longevidad en ventaja competitiva: "El tejido cooperativo, la cultura industrial y la solvencia tecnológica son bazas poderosas, siempre que se asuma que el talento será escaso. Como recuerda el lema cooperativista, el futuro se fabrica trabajando juntos, y sólo desde una acción colectiva será posible afrontarlo con éxito".




