Osasuna se abona al 1-0 también en las derrotas

Barcelona

Tercer partido de liga de la era Lisci con Osasuna e idéntico resultado. 1-0. El problema para los rojillos es que dos de los tres partidos han sido lejos del Sadar. Por tanto dos derrotas y una victoria. Curiosamente en el campo del Espanyol, Osasuna quizá no por juego pero sí por ocasiones, mereció más. Un solitario gol de Romero al inicio de la segunda parte le daba el triunfo al conjunto catalán que solo dispuso de otra clara. Un paradón de Herrera ante Kike García. Por contra los de Lisci superados en muchas fases por el Espanyol llegaron a disponer de hasta cuatro oportunidades para marcar.

Dos ocasiones claras para Osasuna en cada parte. En la primera, una vez superados los 20 minutos iniciales de dominio perico, una contra de Víctor, uno de los destacados, dejaba para Budimir en la frontal al que Dmitrovic ganaba la partida evitando el gol. Justo antes del descanso, Rosier por banda derecha centraba para Moncayola que estrellaba su remate en el larguero para botar en la línea y escaparse la oportunidad de adelantarse en el marcador.

En la segunda mitad, se repetía el guion de la primera. Dominio inicial del Espanyol que encima esta vez se plasmaba en el gol de Romero. Una acción de Dolan por banda derecha para El Hilali acababa con el remate del otro lateral que de disparo cruzado batía sin remisión a Herrera. No quedaba otra a Osasuna que reaccionar. Y lo hizo. Solo dos minutos después del gol encajado, Víctor era derribado en el área del Espanyol justo delante del árbitro debutante el riojano Sesma Espinosa que no pitaba nada y en el VAR Melero López tampoco intervenía de forma incomprensible.

Pese a esa pena máxima no pitada, Osasuna más con el corazón que con la cabeza lo siguió intentando con Budimir como estilete pero con Dmitrovic desbaratando los remates del croata. La más clara de nuevo para los rojillos en el descuento. Un balón de Boyomo al área pequeña para Catena, con todo a favor, en vez de empujarla a gol, la sacaba sorprendentemente fuera. Ocasión clarísima para empatar que privaba de un punto a los rojillos.

Mucho tendrá que mejorar al menos en cuanto a juego, Osasuna con Lisci lejos del Sadar pero sí que hay que reconocer que ocasiones como para empatar tuvo de sobra. La falta de acierto, más allá del juego lo impidió. Y el arbitraje, además del penalti claro no pitado, acabó desesperando a un Lisci que ya lo padeció en la final del playoff de ascenso. Ahora al parón de selecciones con 3 puntos de 9 posibles antes de volver a la competición el próximo domingo 14 de septiembre a las 18:30h en el Sadar ante el Rayo Vallecano.