"La presidenta retorna del verano más complicado de su vida política con el mensaje implícito de que hay gobierno, hay Chivite, para rato"

Pamplona

En la política las formas, muchas veces, pesan más que el fondo. Esto ya lo sabían en la antigua Roma donde la representación del poder público se escenificaba en todas sus apariciones públicas. Hoy María Chivite ha comparecido en el jardín del Palacio de Navarra rodeada de todo su gobierno, de distintos signos políticos, que escuchaba, suponemos que con atención, su balance de ecuador de legislatura en una vuelta a la actividad pública en la que el balance era lo que menos importaba.

Ha sido un verano este marcado por el Caso Koldo y que, el que fuera su principal valedor en Ferraz, Santos Cerdán, ha pasado a la sombra y no porque buscara huir del calor. Reflexión, análisis y proclama solemne.

Chivite sigue adelante, se marca tareas (luego contamos algunas relevantes) pero al lío del caso Koldo responde con nuevas medidas de trasparencia para tratar de demostrar que, como en la antigua Roma, el gobierno no solo debe ser honrado sino parecerlo. Mañana estará aquí en la SER, por cierto, pero la presidenta retorna del verano más complicado de su vida política con el mensaje implícito de que hay gobierno, hay Chivite, para rato. O al menos para los próximos dos años si nada o nadie lo impide.