Navarra exhibe músculo financiero en pleno debate sobre la deuda autonómica
El consejero Arasti reivindica la gestión foral mientras la comunidad encara la negociación presupuestaria y la reforma fiscal

José Luis Arasti, consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra
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Pamplona
Navarra se consolida entre las comunidades con mejor salud financiera del país. La mejora en la calificación crediticia por parte de la Agencia Standard&Poor's llega en un momento clave: el Gobierno central prepara la condonación de deuda a otras regiones y la negociación de los presupuestos forales entra en su fase decisiva. En la SER, José Luis Arasti, consejero de Economía y Hacienda, analiza el escenario y los retos inmediatos.
Navarra, más cerca de la matrícula de honor
El informe de la agencia de calificación crediticia Standard&Poor’s en el que Navarra ha mejorado su solvencia económica al actualizar la que ya había realizado en marzo de este mismo año y pasar del nivel “AA-” al “AA”, a sólo dos escalones de la mayor calificación contemplada por la agencia ha sido recibido en el Ejecutivo foral como un respaldo a la gestión de los últimos años. “Ahora mismo estamos a dos escalones del máximo que se puede estar, que es la triple A, la matrícula de honor”, resume Arasti. El consejero subraya que solo dos comunidades en Europa superan la nota del Estado y que Navarra es una de ellas. “Eso reconoce el trabajo que se está haciendo desde la comunidad foral”, añade.
El informe internacional destaca la autonomía fiscal, la relación bilateral con el Estado y la estabilidad presupuestaria. “Seis presupuestos consecutivos aprobados, los últimos con superávit, y la deuda más baja sobre el PIB de todo el Estado”, enumera Arasti. La comunidad ha ejecutado ya casi el 60% de los fondos europeos asignados y ha puesto en marcha un plan de inversiones de 125 millones para los próximos tres años.
La deuda, bajo control y con la vista puesta en Madrid
Navarra presume de cifras: con una deuda que se sitúa alrededor de los 2.700 millones, un 10,4% del PIB, lejos de los niveles “inasumibles” de hace una década. “En 2015 la deuda estaba en unos niveles que no se podían asumir. La pandemia obligó a recurrir de nuevo al mercado, pero hemos conseguido revertir la tendencia”, explica el consejero. El objetivo, insiste, es seguir reduciendo la deuda “siempre que el presupuesto lo permita”, sin perder de vista las necesidades sociales.
El contexto nacional introduce nuevas incógnitas. El Gobierno central ha anunciado la condonación de 83.000 millones de deuda a comunidades del régimen general, una medida que Navarra sigue de cerca. “Tenemos pendiente una reunión con el Estado para tratar este tema y otros. Es complejo, porque primero hay que esperar a la modificación de la ley orgánica y ver qué comunidades entran en la condonación”, advierte Arasti. “No es lo mismo que el Estado asuma 83.000 millones que la mitad”. El ejeuctivo foral espera tener una primera reunión con el ministerio de Hacienda antes de acabe septiembre.
Presupuestos: negociación exprés y reforma fiscal en el aire
El calendario aprieta. El Gobierno foral quiere presentar el anteproyecto de presupuestos antes del 31 de octubre y las negociaciones con los grupos parlamentarios deben arrancar pronto. La primera reunión con los partidos que sustentan el pacto presupuestario podría celebrarse la próxima semana.
De forma paralela, la reforma fiscal sigue en discusión. La rebaja del IRPF para rentas por debajo de 31.000 euros está sobre la mesa, pero no es la única cuestión. “Se está hablando de sociedades, de transición energética, de incentivos fiscales… Estamos obteniendo una visión 360 de todos nuestros impuestos, viendo hasta dónde podemos llegar”, explica Arasti. El acuerdo, recuerda, debe ser a cuatro bandas y no hay fecha límite fijada. “Nuestra pretensión es que, si hay acuerdo, podamos llegar a un acuerdo de las dos leyes simultáneamente y, si puede ser, ese 31 de octubre puedan estar las dos con esa propuesta”.
El consejero evita valorar la gestión de otras comunidades, pero insiste en que Navarra ha hecho los deberes. “No entramos a valorar el trabajo de los demás. Nosotros hemos conseguido superávit y reducir la deuda, pero hay sectores y problemáticas que hay que atender”, afirma. La clave, sostiene, está en mantener el equilibrio entre la disciplina fiscal y la respuesta a las necesidades sociales.




