La Comunidad de Bardenas, Premio Especial Cámara Navarra
Más de medio millar de inversiones ejecutadas en los últimos seis años entre las 22 entidades congozantes

José María Agramonte, presidente de la Comunidad de Bardenas Reales
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Pamplona
La Comunidad de Bardenas Reales recibirá esta semana el Premio Especial de la Cámara de Comercio de Navarra por su impacto económico, social y territorial en la Comunidad foral. Su presidente, José María Agramonte, considera que el reconocimiento no solo avala la gestión actual, sino también la de generaciones anteriores. Sobre la noticia inicial de este galardón admite en La Ventana de la Empresa navarra, en la Cadena SER, que “fue una sorpresa. Pasamos de la sorpresa a la ilusión, y espero que pasemos a los hechos la semana que viene”, afirma, pensando en este próximo 25 de septiembre, día en el se entregará el galardón en un acto que se desarrollará en el Monasterio de la Oliva, donde se ha invertido el canon de tres años en la reforma de la hospedería.
La Comunidad de Bardenas agrupa a 22 congozantes —19 municipios, dos valles, Roncal y Salazar, y el monasterio— y gestiona un territorio de 42.000 hectáreas. Agramonte recuerda que la historia de la entidad cuenta con hitos como la carta magna de 1705, otrogada por Felipe V, las primeras ordenanzas modernas de 1820 y el convenio con Defensa de 2008, que otorgó la nuda propiedad del terreno. “La propiedad es nuda de la comunidad, el dominio útil es del congozante, el que goza de esa tierra”, explica.
Los fondos del convenio con Defensa
El convenio con el Ministerio de Defensa, que permite el uso del polígono de tiro, es una de las principales fuentes de financiación. Explica Agramonte como en términos económicos ya supone 210 millones de euros más IPC en 20 años. Actualmente, el canon anual está en 16,5 millones. Un estudio reciente del Consorcio ribero EDER ha cuantificado el impacto de estos fondos: entre 2018 y 2024 se han ejecutado 556 inversiones en ámbitos como obra pública, sanidad, cultura, educación o deportes. Cada entidad debe destinar al menos el 50% a infraestructuras. “Es una inversión tangible, que la gente percibe. Muchas veces perdemos la perspectiva de dónde vienen esos ingresos”, señala Agramonte.
El uso militar de parte del territorio bardenero sigue generando debate. Agramonte reconoce que hay discrepancias, pero recuerda que la competencia para renovar el convenio es exclusiva de la comunidad. “Es una finca, un bien patrimonial. No interviene nadie más”, afirma. También subraya que la comunidad no recibe fondos del Gobierno de Navarra, salvo ayudas puntuales europeas. “De esos impuestos que pagamos todos, hacia aquí viene nada”, resume. “Otra cosa es que el convenio sea discutible, pero es lo que tenemos”.
Sobre las críticas al polígono, Agramonte es claro: “Si ahora abriera una votación, seguro que no sería por unanimidad. Pero independientemente de lo que se exprese, va a cobrar lo mismo”. La decisión, recuerda, corresponde a la Asamblea General. “Se admiten, y debe ser así, todo tipo de discrepancias. Solo faltaba”.
Más de un millón de visitantes
El turismo es otro de los pilares del territorio. Desde la apertura del centro de información de Aguilares, ya han pasado por allí más de un millón de visitantes. La estimación anual supera las 400.000 personas. A esa cifra se sumarán la que en el futuro aporten centros de Fustiñana y Carcastillo, que buscan descongestionar las zonas más transitadas a partir del verano del año próximo. “Si podemos, vamos a intentar descongestionar el entorno del polígono de tiro y la Blanca, que es donde más afluencia hay”, apunta.
Agramonte concluye con una reflexión sobre el papel de la comunidad: “La Bardena es un eje vertebrador de norte a sur, pero también un eje de dinamización económica. Por eso nos hace tanta ilusión este premio. Nosotros no estamos acostumbrados a estas cosas”.




