Pacientes navarras lideran una campaña contra el cáncer de mama: “Me he convertido en alguien que me gusta más”

Pamplona

Casi 500 personas fueron diagnosticadas de cáncer de mama en Navarra durante el último año. En vísperas del Día Mundial contra esta enfermedad, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) ha lanzado la campaña “Nos lo tomamos a pecho”, una iniciativa cocreada por pacientes que busca concienciar, acompañar y visibilizar los múltiples impactos del cáncer de mama más allá del ámbito médico.

Paloma Pérez e Itziar Gallego, dos de las mujeres que protagonizan la campaña, han compartido sus experiencias en la Cadena SER Navarra. “Me he convertido en una persona que me gusta más que la que se marchó”, confiesa Paloma, quien acaba de reincorporarse al trabajo tras año y medio de baja. “Más serena, más calmada, con otra perspectiva”, añade.

El diagnóstico, en ambos casos, llegó de forma inesperada. Paloma, con antecedentes familiares, acudía cada año a revisiones preventivas. “No me dolía nada, me encontraba bien, y de pronto te dicen que tienes cáncer”, relató. En su caso, comenzó el tratamiento con quimioterapia apenas tres días después de recibir la noticia. En el caso de Itziar, detectó el tumor al notar un dolor en el pecho tras un esfuerzo. “Recomiendo que nos palpemos de vez en cuando”, aconseja.

Ambas coinciden en que el impacto del cáncer va mucho más allá de lo físico. “Te cambia totalmente la vida, paras en seco”, explica Paloma. “No sabes cómo te vas a sentir, cómo te van a ver”, añade Itziar. La AECC subraya que cerca del 40% de las personas diagnosticadas están en edad laboral, y muchas mujeres se sienten frenadas o expulsadas de su carrera profesional.

Silvia Azpilicueta, gerente de la AECC en Navarra, ha destacado en Hoy por Hoy Navarra que la campaña fue cocreada con pacientes oncológicos, a los que la asociación ofrece atención psicológica, social, económica y sanitaria complementaria durante todo el año. “El cáncer es un proceso largo, no termina con la quimio”, afirmó. Entre los servicios más demandados están la terapia psicológica, la fisioterapia oncológica, el ejercicio físico adaptado y la asesoría jurídico-laboral.

Al volver al trabajo, Paloma notó que regresaba “una persona diferente”. “Rezo cada día para que no se me pase este efecto secundario tan positivo”, dijo. Itziar, aún sin reincorporarse, también percibe cambios en su entorno familiar: “Tengo tres hijos y noto esa calma, esa tranquilidad”.

Ambas animaron a las recién diagnosticadas a hablar, dejarse cuidar y aprovechar el proceso para redescubrir lo que realmente importa. “Tu vida no se para, se convierte en otra cosa”, concluyó Paloma. “Parar es bueno, te ayuda a pensar, a valorar lo que tienes”.