Un SOS al Defensor del Pueblo desde la vieja ikastola Jaso
La Asociación Apoyo Mutuo reclama una plan de acogida adecuado a las necesidades dispares de quienes habitan en ese inmueble

Tere González, asociación Apoyo Mutuo
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Pamplona
La agresión con arma blanca registrada este pasado miércoles en el edificio de la antigua ikastola Jaso, en el barrio pamplonés de Etxabakoitz, ha vuelto a poner el foco sobre la situación de extrema vulnerabilidad que viven decenas de personas en ese inmueble. Dieciséis de ellas han presentado un escrito al Defensor del Pueblo de Navarra en el que denuncian que el lugar se ha convertido en “un espacio sin ley” y reclaman un realojo urgente en condiciones dignas.
Tere González, portavoz de la Asociación Apoyo Mutuo, ha explicado en la SER, en el programa La Ventana de Navarra, que el edificio de Jaso se ha convertido en refugio improvisado para quienes no tienen otra alternativa habitacional. “Hace dos inviernos se abrió un albergue en Damas Apostólicas que reforzaba el de Trinitarios, pero este invierno no se ha habilitado. Muchas personas han tenido que buscar dónde pernoctar, y Jaso fue una opción”, ha relatado.
Según González, en mayo más de 40 personas limpiaron y acondicionaron el edificio por iniciativa propia, intentando crear habitaciones mínimamente habitables. Sin embargo, la falta de apoyo institucional ha derivado en un deterioro progresivo del espacio, donde ahora conviven personas con perfiles muy distintos, algunas con problemas de salud mental o adicciones, y otras que estudian o trabajan cada día. “Hay quienes se levantan cada mañana para ir a clase o a cursos de formación, y otros que deberían estar atendidos por programas específicos. La mezcla sin atención genera conflictos”, ha advertido.
La portavoz ha subrayado que Pamplona carece de un sistema de acogida adecuado, y que ni el Ayuntamiento ni el Gobierno de Navarra han articulado una respuesta eficaz. “No hay un programa claro al que puedan acudir estas personas. Y mientras tanto, hay familias durmiendo en coches, en autobuses, en la calle. Una mujer embarazada con dos hijos está durmiendo detrás de la Morea”, ha denunciado.
González ha cuestionado que existan propiedades públicas cerradas y vacías mientras hay personas sin techo. “El Ayuntamiento tiene más de 80 pisos vacíos. ¿Por qué no se habilitan? ¿Por qué no hay un refugio para familias con menores?”, ha preguntado. También ha recordado que las 58 camas del albergue de Damas Apostólicas estuvieron cerradas el invierno pasado, pese a la necesidad evidente.
Aunque el consistorio ha anunciado una inversión de 3,5 millones de euros este año para abordar el problema, desde Apoyo Mutuo se reclama que el presupuesto se destine a recursos adaptados a los distintos perfiles. “No todos necesitan lo mismo. Algunos pueden alquilar una habitación si se les facilita la renta garantizada, otros requieren atención especializada. Hay que gastar bien, no solo gastar más”, ha afirmado.
La antigua ikastola Jaso está llamada a desaparecer en el marco de las operaciones urbanísticas vinculadas al consorcio de alta velocidad. Mientras tanto, quienes malviven allí reclaman soluciones urgentes. “No podemos seguir viviendo de espaldas a lo que ocurre en nuestros propios barrios”, ha concluido González.




