Navarra impulsa UMANA, un proyecto para contratar a trabajadores con discapacidad intelectual en el ámbito tecnológico

Pamplona

En la actualidad, en Navarra viven 36.317 personas con discapacidad reconocida. De ellas, casi 18.000 se encuentran en edad laboral -entre 18 y 64 años-, pero solo un 38% accede al mercado de trabajo, según el último estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE). Si situamos el foco en las personas con discapacidad intelectual, el reto es mayor porque solo el 2,4% dispone de un empleo. Entre los motivos que explican estos datos, la falta de formación tecnológica adaptada y el desconocimiento empresarial sobre las capacidades de este colectivo. Con el objetivo de corregir esta situación, este viernes, en la Confederación Empresarial Navarra (CEN), se ha presentado UMANA, una iniciativa para promover la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual en el ámbito tecnológico. La directora de la Fundación TeReSa (Technology Research for Social Advance), Paula Estrada, ha expresado en la SER que "estamos en una nueva era para el talento inclusivo y ahora la diversidad cognitiva representa una ventaja. Por eso, en el tercer sector queremos aprovechar y trabajar en un modelo colaborativo".

El proyecto se va a articular en cuatro bloques. El primero, en torno a la creación de empleo, a través de la captación de empresas que apuestan por la diversidad, identificando puestos de trabajo, adaptando procesos y tareas... El segundo, a través de la formación, mediante la adaptación tecnológica de un módulo de formación que sea accesible para personas con discapacidad intelectual. Además, se han desarrollado diversos itinerarios formativos y un programa de comunicación robusta para difundir el programa y llegar al máximo número posible de personas beneficiarias y participantes. En todo este proceso se va a procurar mantener un enfoque humanista. Es decir, que la persona no sea un receptor pasivo, sino protagonista y coautora de su propio itinerario. Cada fase está pensada para que las personas beneficiarias participen activamente en el diseño, la validación y la mejora de las soluciones.

Las personas participantes desarrollarán su actividad a través de los Centros Especiales de Empleo de Iniciativa Social, prestando servicios en sectores estratégicos vinculados a la transformación tecnológica. En concreto, el proyecto abarca áreas de alta proyección como la inteligencia artificial, las aplicaciones vinculadas al procesamiento de datos, el análisis predictivo, la automatización de tareas, los servicios de Back Office o el tratamiento de información mediante tecnologías OCR (Reconocimiento Óptico de Caracteres). El proyecto también contempla actuaciones en el ámbito de la digitalización de procesos, la gestión de correspondencia digital o la logística asociada a la transformación digital de las organizaciones. Asimismo, incluye la participación en proyectos de desarrollo web y accesibilidad digital.

El proyecto cuenta con el apoyo del departamento de Igualdad, cuyo consejero, Félix Taberna, ha destacado el carácter transformador del proyecto: “Las empresas tecnológicas necesitan personas con miradas heterogéneas, capaces de entender y resolver los retos desde perspectivas diferentes. Por eso resulta tan importante que personas con y sin discapacidad trabajen codo con codo. La innovación surge cuando las personas se atreven a hacerse nuevas preguntas. Y esas preguntas nacen cuando interactúan talentos diversos y sensibilidades que se complementan mutuamente”.