Navarra regula vía decreto foral la organización de sus elecciones propias
El Gobierno de Navarra aprueba un marco reglamentario para gestionar con autonomía los comicios al Parlamento y a los concejos

Félix Taberna, vicepresidente primero del Gobierno de Navarra, en la rueda de prensa posterior a la sesión de gobierno de este miércoles. / cadena ser

Pamplona
El vicepresidente primero del Gobierno de Navarra, Félix Taberna, ha anunciado la aprobación de un decreto foral que regula la organización y los recursos materiales y humanos de los procesos electorales en la comunidad. El texto afecta a las elecciones al Parlamento de Navarra y a los concejos, y busca reforzar el autogobierno en esta materia.
Taberna ha explicado que Navarra cuenta con una ley foral propia desde 1986 para regular sus elecciones parlamentarias. Esta norma ha sido objeto de dos reformas: una en 2001, que introdujo la posibilidad de convocar elecciones anticipadas dentro del periodo restante de legislatura, y otra en 2010, que permitió que dichos comicios anticipados generen una legislatura completa de cuatro años. “Tenemos un sistema electoral garantista, muy robusto, que avala la decisión popular”, ha señalado.
Hasta ahora, la organización de las elecciones se realizaba mediante convenios con el Gobierno de España, que habilitaba recursos y materiales. Según Taberna, este modelo generaba situaciones coyunturales que obligaban a acuerdos puntuales para resolver problemas logísticos. “Hemos entendido que, por un desarrollo propio del autogobierno, es mejor regularlo a través de un decreto foral”, ha afirmado.
Procesos que movilizan a 1.300 personas
El nuevo marco contempla la organización directa por parte del Gobierno de Navarra de los comicios al Parlamento y a los concejos, incluyendo la constitución de comisiones electorales, oficinas, papeletas, urnas y juntas electorales de zona y de Navarra. También se regulan aspectos como las dietas y las indemnizaciones del personal implicado.
Taberna ha subrayado que el objetivo es dotar de mayor estabilidad y previsibilidad a un proceso complejo que moviliza a más de 1.300 personas en la comunidad. “Trabajamos con anticipación para que la organización electoral sea más eficaz y menos dependiente de acuerdos externos”, ha indicado.
El vicepresidente ha añadido que, aunque el decreto foral se apoya en la legislación estatal vigente —como el régimen electoral general y los reales decretos que regulan el formato de papeletas y urnas—, Navarra da un paso adelante en la consolidación de su capacidad organizativa. “No nos inventamos nada, pero sí creemos necesario dotar de una reglamentación propia”, justifica.




