Santiago Osés (Rockwool): "Con la lana de roca recuperamos cien veces el CO2 emitido en su fabricación"
La planta navarra de Rockwool Peninsular, distinguida como Industria Sostenible en los reconocimientos SER Industria Navarra

Rockwool, Industria Sostenible en los Reconocimientos SER Industria Navarra
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Pamplona
Santiago Osés Eraso, director de planta de Rockwool Peninsular en Caparroso, lleva 14 años al frente de una fábrica que ha evolucionado hasta convertirse en un referente de sostenibilidad industrial. “La fábrica no existía, estaba en cimientos; fue una decisión bastante arriesgada”, recuerda Osés cuando renunció a su anterior empleo y decidió incorporarse a un proyecto que estaba por nacer. Ingeniero formado en la Universidad Pública de Navarra, sobre sus inicios en el proyecto allá por el año 2000, recuerda: “Nos enfrentábamos a algo totalmente nuevo, con muchas ganas, mucho compromiso y sobre todo con ganas de aprender”.
La entrevista se enmarca en el programa La Ventana de la Empresa navarra. En este contexto, Rockwool Peninsular ha sido reconocida en la primera edición de los premios SER Industria Navarra en la categoría de Industria Sostenible.
Un producto 'mágico'
La planta fabrica lana de roca, un material que Osés describe como “producto mágico” por sus múltiples propiedades: aislamiento térmico, acústico, protección contra el fuego, durabilidad, impermeabilidad y resistencia. “Fundimos la roca a 1.500 grados, la transformamos en fibras y creamos paneles que aíslan del frío, del calor, del ruido, del fuego…”, explica. “El 97% de nuestro producto es materia inorgánica, es roca. De ahí sus propiedades tan buenas contra el fuego”.
La materia prima procede de dos proveedores locales, uno en Almandoz (Navarra) y otro en La Rioja. “Lo que hacemos es volver al origen. Esta roca volcánica, la ofita, el basalto, la fundimos, la enfriamos rápidamente y la transformamos por fuerzas centrífugas en fibras”, detalla Osés. El 3% restante del producto son ligantes orgánicos que permiten unir las fibras y manipular el panel final.
El proceso de fabricación requiere un alto consumo energético, pero Osés subraya que el producto compensa con creces esa inversión. “Nuestro producto recupera 100 veces el CO₂ emitido durante su fabricación”, afirma. “Durante su vida útil, multiplica por 100 la recuperación de esa parte de energía”.
Plan de descarbonización
La sostenibilidad es uno de los pilares estratégicos de la planta. “No podemos vender algo sin ser ejemplo nosotros en nuestra propia planta”, sostiene el director. Rockwool ha desarrollado un plan de descarbonización basado en tres ejes: circularidad, eficiencia energética e innovación tecnológica. “Nuestra lana es 100% reciclable. La recuperamos del mercado y le damos valor como producto nuevo”, explica.
En materia de eficiencia energética, la planta ha acometido inversiones como el proyecto ORC, que permite generar 200 kilovatios hora mediante la recuperación del calor residual del horno. También se ha rehabilitado el propio edificio y se ha instalado una planta solar de 2,4 megavatios. “Tenemos sol, estamos en Caparroso, y tenemos espacio para acometer este tipo de inversiones”, señala Osés.
El siguiente paso es electrificar el proceso de fusión, dejando atrás el uso de energías fósiles. “La gran inversión de Caparroso en los últimos 25 años será acometida en estos dos próximos años con este plan de descarbonización”, anuncia. Además, Rockwool aspira a generar su propia energía con una planta híbrida que combine solar y eólica.
La localización de la planta en Caparroso responde a criterios logísticos y estratégicos. “Se eligió Navarra porque tenía una localización excepcional para dar cobertura a España, Portugal, el sur de Francia y el norte de África”, explica Osés. También influyó la cercanía a centros de conocimiento y universidades.
El mercado actual favorece el crecimiento de la empresa, impulsado por la Agenda 2030 y la normativa del Código Técnico de la Edificación. “Nos está empujando con viento de cola”, afirma el director. “Sólo falta que las ayudas a rehabilitación sean más efectivas, porque creemos que son los grandes pasos a seguir adelante”.
Osés destaca el auge de proyectos de rehabilitación en Navarra, muchos de ellos pendientes de ejecución a la espera de las ayudas públicas. “Es la buena senda, la que tenemos que seguir para conseguir nuestros objetivos de reducción de consumo de energía de aquí al 2030”, concluye.




