El convenio que no convence a los directivos del CREENA

Pamplona

El equipo directivo del Centro de Recursos para la Equidad Educativa en Navarra (CREENA) ha presentado su dimisión en bloque después de nueve meses de diferencias con el Departamento de Educación a la hora de aplicar un convenio con la Fundación Alegría, que trabaja en torno a menores con autismo. La decisión se produce tras la firma de un convenio entre el Gobierno foral y dicha fundación. Un convenio que el CREENA considera que vulnera el modelo navarro de atención a la diversidad.

Ander Domblás, hasta ahora director del centro, explica que la ruptura se gestó cuando conocieron el acuerdo por los medios de comunicación. “Nos enteramos sin haber sido consultados, pese a que el CREENA aparecía como parte central del convenio”, señala. El documento incluía la creación de una mesa técnica en la que el centro debía participar, pero el equipo directivo denuncia que no se les dio voz en la negociación.

Según Domblás, la principal discrepancia radica en la posibilidad de que profesionales de la fundación intervengan directamente en las aulas. “Para nosotros, esa circunstancia traspasa las líneas rojas. Supone invadir competencias del centro y romper un sistema que se ha consolidado durante décadas”, afirma. El CREENA defiende que cualquier intervención debe ser determinada por el Departamento de Educación en colaboración con el propio centro, tras un diagnóstico riguroso de las necesidades.

El director subraya que el equipo intentó buscar soluciones antes de dimitir. “Optamos por analizar el documento y proponer mejoras. Valoramos la colaboración con asociaciones, porque hemos trabajado con ellas y ha sido positivo, pero no podemos aceptar que se vulneren funciones esenciales”, indica. Tras meses de reuniones sin avances y sin respuesta a la solicitud de encuentro con el consejero de Educación, la dimisión se hizo efectiva el pasado lunes, 24 de noviembre.

El CREENA es un servicio especializado en atención a la diversidad que complementa la labor de los centros educativos. Cuenta con programas para alumnado con discapacidad, trastornos o dificultades de aprendizaje, y trabaja en coordinación con orientadores y profesorado específico. “Nuestro papel es subsidiario, pero fundamental para garantizar la equidad educativa”, recuerda Domblás.

El equipo saliente insiste en que su decisión busca preservar un sistema que ha dado resultados y que se ha construido con aportaciones sucesivas. “Si hay nuevas necesidades, deben abordarse desde el marco institucional, no mediante acuerdos que comprometan la autonomía de los centros”, concluye el exdirector.