Multa de 200 euros para los vehículos que accedan sin distintivo a la Zona de Bajas Emisiones de Pamplona a partir del 1 de enero

Pamplona

El Ayuntamiento de Pamplona ha aprobado este jueves en el pleno la ordenanza definitiva que regula la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), adelantando la entrada en vigor del régimen sancionador al 1 de enero de 2025. Así elimina moratoria de 6 meses planteada en las multas por una alegación de la Mancomunidad para no perder una ayuda del ministerio de Transportes de 3,7 millones de euros.

El Pleno ha aprobado esta nueva ordenanza con el respaldo de EH Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin. UPN y PP se han abstenido. Han desestimado dos alegaciones. La primera solicitaba un permiso específico para los automóviles pertenecientes a compañías de seguridad y la otra planteaba que los vehículos de dos ruedas contaran con una categoría diferenciada. La única alegación que ha sido atendida es la presentada por la Mancomunidad "para no perder las ayudas para los abonos de transporte público, según la advertencia del Ministerio", ha explicado a la SER Alexia Canto, responsable de Movilidad del Ayuntamiento de Pamplona.

La Zona de Bajas Emisiones afecta a 71 calles del Casco Antiguo de Pamplona, a excepción de la avenida San Ignacio y Navas de Tolosa (entre Sarasate y Taconera). Se restringirá el acceso de los vehículos sin distintivo ambiental, con excepción de residentes, personas con movilidad reducida, distribución de mercancías, emergencias y vehículos autorizados. El acceso al Casco Viejo se permitirá a vehículos con distintivo ambiental B, C, Eco y O, y vehículos motorizados que tengan reconocida la condición de históricos por la DGT. Las multas, fijadas por la Dirección General de Tráfico, explica Canto "serán de 200 euros por acceder sin distintivo ambiental"

Los vehículos que tienen permitido circular son: residentes, titulares de aparcamientos o de establecimiento comerciales en la zona, titulares de la tarjeta de estacionamiento de personas con movilidad reducida, carga y descarga, obras, mudanzas y reparaciones a domicilio, vehículos de emergencias, taxis y transporte público regular de viajeros o vehículos autorizados.

La medida afectará a unos 700 vehículos diarios, según estimaciones municipales: “No es un gran impacto a la movilidad normal del casco viejo. Creemos que sí que va a tener un poco de impacto en la distribución de paquetería y demás”, ha asegurado Canto. En cuanto a emisiones, la responsable de Movilidad espera tener datos concretos a mitad de 2026. “Tenemos ahora mismo unos dispositivos que miden emisiones y que esperamos empezar a tener datos del impacto de la reducción de emisiones a partir de junio o septiembre del año que viene”.

El proyecto contempla una revisión en 2027-2028 para evaluar nuevas restricciones porque en función de esa evaluación "haremos un nuevo proyecto de zona de bajas emisiones y plantearemos nuevas restricciones o decidiremos que las actuales ya son suficientes”, ha explicado Canto.