Navarra incrementó en 2024 en un 13% la producción de electricidad a través de energías renovables
Según los datos del Balance Energético 2024, este aumento es protagonizado por eólica y fotovoltaica, de 55% en 2023 al 68% en 2024

Grenergy desarrolla varios parques fotovoltaicos en la provincia de Cuenca. / Grenergy

Pamplona
El consejero de Industria, y de Transición ecológica y Digital empresarial, Mikel Irujo; la directora general de Energía, I+D+i empresarial y Emprendimiento, Garbiñe Basterra; y la directora del Servicio de Transición Energética del Gobierno de Navarra, Esperanza Aristu; han presentado esta mañana en rueda de prensa el Balance Energético de Navarra 2024.Un informe elaborado todos los años por el Servicio de Transición Energética en el que se analiza la distribución del consumo y la producción de las diferentes fuentes de energía de la Comunidad Foral. Los datosobtenidos en el Balance Energético permiten conocer cómo se produce, transforma y utiliza la energía para planificar, de manera más certera, políticas públicas, inversiones o desarrollos tecnológicos.
Entre sus conclusiones principales del año 2024 destaca el incremento de la generación eléctrica renovable, que pasa del 55% en 2023 al 68 % en 2024, gracias al incremento de la eólica y la fotovoltaica.
Durante su intervención el consejero Irujo ha destacado que “Navarra se posiciona como referente en transición energética, consolida la tendencia de la energía eólica y el crecimiento sostenido de la solar fotovoltaica como pilares del sistema eléctrico regional. Sin embargo, tenemos ante nosotros retos claros como comunidad: la electrificación del consumo: movilidad eléctrica, descarbonización industrial… Y para ello, el fortalecimiento de la infraestructura eléctrica, elemento imprescindible que conecta producción y consumo”.
Protagonismo de las energías renovables
Al incremento de la generación eléctrica renovable se añade la expansión del autoconsumo fotovoltaico, que ha alcanzado 218 MWp de potencia instalada y más de 175 GWh de producción acumulada, consolidándose la generación distribuida como pieza clave en la transición energética. Además, la relación entre electricidad renovable generada y consumo eléctrico interno ha alcanzado un 99%, lo que significa que prácticamente todo el consumo eléctrico de Navarra se cubre con fuentes limpias, superando ampliamente los objetivos europeos para 2030 y el Plan Energético de Navarra (PEN) 2030.
Consumo energético
El Balance Energético de Navarra analiza el consumo de energía primaria, que agrupa toda la energía disponible en su forma original antes de cualquier transformación. En 2024 la Comunidad Foral ha necesitado 2.248.202 TEP de energía primaria, lo que supone una caída del 2,3% respecto al año anterior (52.594 TEP) manteniéndose por debajo de los niveles previos a la crisis energética, reflejando una tendencia de crecimiento moderado en la última década. Datos que confirman cambios en la estructura del mix energético, con una reducción progresiva del consumo de combustibles fósiles y un aumento sostenido en el uso de energías renovables y autoconsumo.
En términos del reparto de consumo por tipo de energía primaria: carbón y coques disminuye un 13,6% respecto a 2023, consolidando la tendencia de abandono de este combustible en favor de fuentes más limpias; petróleo y derivados, aumenta un 10,2% respecto a 2023; gas natural disminuye un 18,4%, principalmente por la menor generación eléctrica en ciclos combinados y la reducción de exportaciones eléctricas; electricidad aumenta su consumo un 13,8%, impulsado por la electrificación de procesos industriales y la movilidad eléctrica; biomasa y otros renovables (biogás, biocombustibles, geotermia) crecen un 3,2%, reflejando el avance en el uso de fuentes renovables para calefacción y procesos térmicos.
Por su parte, el consumo final energético en Navarra en 2024 fue de 1.870.917 TEP, lo que supone un incremento de 94.954 TEP (+5,4%) respecto a 2023 y refleja la recuperación de la actividad económica y la normalización de la demanda tras la moderación del año anterior.
El petróleo y derivados mantiene una presencia estable con ligeras variaciones pasando de 800.083 TEP en 2014 a 832.761 TEP en 2024 lo que representa un incremento del 4,1 %. El gas natural experimenta una variación con un aumento del 3,5 % respecto a 2014. La electricidad muestra un crecimiento sostenido alcanzando 393.563 TEP en 2024 lo que supone un incremento del 3,7 % frente a 2014 y un 3,9 % respecto a 2023 consolidando su papel en el sistema energético. La biomasa y otros presentan una evolución más estable con un incremento del 3,2% respecto a 2023. En conjunto los datos reflejan una transición hacia un sistema más diversificado con un peso creciente de la electricidad y la biomasa, aunque el gas natural sigue siendo determinante y el petróleo mantiene su relevancia lo que indica que la descarbonización avanza, pero aún persisten dependencias significativas de combustibles fósiles.
Consumo de energía por sectores
En 2024, los sectores transporte, industria y doméstico-comercio-servicios continúan siendo los principales consumidores, aunque muestran señales de transición hacia fuentes más limpias. El transporte representa el 40% del consumo total (763.173 TEP), la industria en segundo lugar, un 35% del total (651.035 TEP), mantiene un consumo estable tras la caída de 2023. Y, en tercer lugar, doméstico, comercio y servicios supone el 17% del consumo (314.168 TEP), con un repunte respecto a 2023 por condiciones climáticas y recuperación de actividad. Se observa como la expansión del autoconsumo fotovoltaico y la sustitución de calderas por sistemas más eficientes han moderado el impacto.
En conjunto, estos sectores muestran una diversificación energética, crece la electricidad y las renovables y se modera el gas natural. Aunque persiste la dependencia del petróleo en transporte.
Indicadores estratégicos
La cuota de energías renovables en el consumo final bruto también muestra una evolución positiva, situándose en 28,29 %, lo que supone un aumento del 4,81 % respecto a 2023 y del 15,37 % frente a 2014. Este indicador prácticamente alcanza los objetivos intermedios y evidencia el impacto de la expansión de la energía eólica y solar fotovoltaica, así como del autoconsumo.
Apoyo institucional y ayudas
Para acelerar esta transformación, el Gobierno de Navarra destinará casi 25 millones de euros de fondos propios, entre los años 2025 y 2026, a programas de apoyo a empresas, entidades locales y ciudadanía. Estas ayudas incluyen incentivos para el autoconsumo, la movilidad sostenible, la descarbonización industrial y residencial y el desarrollo de comunidades energéticas, reforzando el compromiso con un modelo energético más limpio y competitivo.




