El castañero de San Nicolás celebra 46 años del puesto con un homenaje al Casco Viejo de Pamplona
Organiza una exposición fotográfica para el fin de semana y para los menores de 14 años intercambia castañas por obras de arte originales

El castañero de San Nicolás celebra 46 años del puesto con un homenaje al Casco Viejo de Pamplona

Pamplona
El castañero de San Nicolás, Mikel Álvarez, celebra 46 años vendiendo castañas con una exposición fotográfica para rendir homenaje al Casco Viejo de Pamplona. Lleva el título "El sabor que calienta el alma", está compuesta con 21 imágenes y se podrá ver este fin de semana en el exterior de la iglesia de San Nicolás. Además, también pone en marcha una iniciativa por la que intercambia media docena de sus castañas por cualquier obra de arte original.
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Álvarez ha explicado que la exhibición es una retrospectiva visual que retrata no solo su trayectoria y la evolución de su puesto, sino también la vida de uno de los rincones más genuinos del Casco Viejo. Incluye imágenes históricas que documentan la transformación de la calle San Nicolás y momentos con vecinos, estudiantes y escuelas que él ha visitado también como cuenta cuentos.
Castañas a cambio de arte
Además, pone en marcha el proyecto "Esfuerzo, arte y diversión", una iniciativa que busca fomentar la expresión artística y el vínculo intergeneracional en Pamplona, rescatando el valor del trabajo manual y la imaginación,
El proyecto está dirigido a niños hasta 14 años. La mecánica requiere que los participantes entreguen una obra de arte original sea un poema, dibujo, canción o cualquier otra expresión artística con la condición fundamental de que sea original. Álvarez ha explicado qué hay detrás de esta condición: "Queremos que los jóvenes vuelvan a usar sus manos y su imaginación. La condición de hecho a mano rescata el valor de la artesanía y el esfuerzo, que es un gran estímulo creativo para ellos". Ha añadido que los más pequeños pueden participar con la ayuda de sus padres y que "es una buena manera de reforzar también los vínculos familiares".
A cambio recibirán media docena de de castañas de las que cinco estarán asadas y una será cruda. "Lo que quiero es recordarles que, hace tiempo, la castaña cruda era una merienda habitual de los muchachos. Es una forma de compartir nuestra historia culinaria y un elemento de conexión con la tradición", ha señado el castañero. El proyecto "Esfuerzo, arte y diversión" arranca el 19 de diciembre y finalizará el 8 de enero.
Otro de los objetivo de esta iniciativa es que "los niños vuelvan a las calles del centro y que la imaginación de los más pequeños sea la chispa que enciende de nuevo el amor por nuestras tradiciones", ha admitido el castañero. También ha mencionado que observa con nostalgia cómo cada vez son menos las personas que van al centro histórico en comparación los años anteriores. "Hay que atraer a los niños, a sus padres, para que disfruten de la historia y tradición que hay en las calles del centro histórico".




