
La columna de Almudena Grandes
La escritora nos acompaña cada viernes para aportarnos una reflexión sobre lo que ocurre en la sociedad en la que vivimos.
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La columna de Almudena Grandes: 'Chusma'
Cada viernes la escritora Almudena Grandes nos obliga a pensar. Viernes, 28 de noviembre
28/11/2014 | 01:23
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00:00:0001:23La columna de Almudena Grandes: 'Alpargatas'
Cada viernes la escritora Almudena Grandes nos obliga a pensar. Viernes, 21 de noviembre
21/11/2014 | 01:22
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00:00:0001:22La columna de Almudena Grandes: 'Tristeza'
Cada viernes la escritora Almudena Grandes nos obliga a pensar. Viernes, 14 de noviembre
14/11/2014 | 01:20
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00:00:0001:20La columna de Almudena Grandes: 'Culpables'
Cada viernes la escritora Almudena Grandes nos obliga a pensar. Viernes, 7 de noviembre
07/11/2014 | 01:24
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00:00:0001:24La columna de Almudena Grandes: 'Guerra'
La escritora Almudena Grandes nos obliga a pensar este viernes 31de octubre de 2014
31/10/2014 | 01:25
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00:00:0001:25Omertá
La escritora Almudena Grandes nos obliga a pensar este viernes 24 de octubre de 2014
24/10/2014 | 01:21
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00:00:0001:21El presente
Soy republicana porque creo que en el pasado se puede ver el futuro. Cada vez que Rajoy habla de regeneración democrática, yo sucumbo a la más fulminante y amorosa de las nostalgias. Ahora, una perspectiva siniestra ha venido a cerrar este triste círculo, porque en el presente estamos viendo el pasado. No podemos hacer nada para resucitar a Antonio Machado y a Paco Giner de los Ríos, pero la España que ellos detestaban está tan viva que prácticamente no hay otra. ¿Recuerdan ustedes aquella máxima de la Transición que consagró a la derecha como una garantía contra la corrupción? Ellos no roban porque son ricos, decían, y no lo necesitan. Es el mismo argumento que esgrimió, para aderezar su ineptitud con una chulería de aquellos tiempos, el consejero de Sanidad de Madrid, ése que ha llegado comido a la política. Con una soberbia semejante, a juego con su aliño indumentario, Miguel Blesa defendió airadamente su honorabilidad frente a un juez calvo y desconocido que se llama Elpidio. Ahora que ya sabemos quién pagaba la ropa que le cubre y en qué código debe inscribirse su honor, me pregunto qué va a pasar con el juez Silva. Ya sé que sus procedimientos fueron poco ortodoxos, que se saltó las normas, que en democracia las formas lo son todo. ¿Pero qué pasa con las formas cuando el fondo está podrido? ¿Qué valor tienen las normas cuando apesta un país entero? ¿Les parezco peligrosa, ácrata, terrorista? Los auténticos antisistema no son quienes se hacen estas preguntas, sino quienes se niegan a responderlas.
17/10/2014 | 01:22
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00:00:0001:22Apellidos
¿Quién dijo que España está en peligro? Algunas actitudes, algunos apellidos, garantizan hoy y garantizarán por siempre jamás la inmortal esencia de la nación española. Pasará la crisis del ébola, se resolverá mejor o peor -o sea, peor- el conflicto catalán, venderán Bankia por un precio de risa gracias al escándalo de las tarjetas opacas, y seguiremos soportando las mismas actitudes, los mismos apellidos asociados a la suerte o la desgracia de haber nacido en España. Mónica de Oriol e Icaza ya tenía tres hijos antes de acabar la carrera. Después tuvo tres más, sin que la maternidad perjudicara en ningún momento su brillante carrera empresarial. ¿Saben por qué? Pues porque cuenta con la ayuda de otras mujeres para criar a sus hijos, la misma que tuvo su madre para criarla a ella. Pero no se engañen. Eso sólo explica en parte el cinismo de una mujer que, se supone, ha sido madre trabajadora antes que empresaria, y se atreve a declarar que sólo contrata a mujeres que no puedan crearle un problema al quedarse embarazadas. La otra parte de la explicación radica en su propia existencia, la de esos pocos que creen haber heredado España junto con las fincas de sus abuelos. Mónica de Oriol no ha ofendido a todas las mujeres españolas, sino a las españolas corrientes, las que crían a sus hijos sin ayuda ni apellidos poderosos. La mejor garantía para la definitiva supervivencia de España consiste en que alguien le demuestre de una vez a esta gente que no son sus dueños. Ni los nuestros.
10/10/2014 | 01:20
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00:00:0001:20Truco o trato
Inocentes niños disfrazados llaman a la puerta. ¿Truco o trato? El cine norteamericano nos ha familiarizado con un dilema que resume las últimas novedades españolas. ¿Truco o trato? Cañete se ha deshecho de todas sus acciones en empresas energéticas desde que es candidato a Comisario de Energía. Según él, eso no es vender con precipitación. Debe ser una licencia masculina de la semántica, porque yo, pobre mujer, interpreto exactamente lo contrario. ¿Truco o trato? En vísperas de la suspensión del Constitucional, nos enteramos de que, después de tantas manifestaciones multitudinarias, de tantas esteladas en los balcones, de tantas alusiones a Escocia, Mas no se plantea convocar un emocionante referéndum decisorio, sino una simple consulta para que opinen los catalanes. Es el mejor sistema, desde luego, para que los partidarios del no ni siquiera se molesten en ir a votar. ¿Truco o trato? Mientras tanto, la Gran Calazaba avanza sobre nosotros. No le prestamos mucha atención, porque los árboles de nuestro jardín nos impiden ver el bosque del vecino, pero en Francia han empezado los recortes, ya saben, y la economía alemana está estancada. Lo de menos es que tanto sufrimiento resulte estéril, que el norte se disponga a aplicar la misma receta que nos ha destrozado. Lo de más es que la Gran Calabaza avanza. Cuando la recesión del norte reactive la del sur, nuestros grandes prohombres parecerán niños inocentes, jugando a asustar a los votantes para ver cuántos caramelos terminan en su bolsa.
03/10/2014 | 01:22
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00:00:0001:22Pedro y el lobo
Alberto Ruiz Gallardón, que presume de hombre cultivado, no sólo conocerá la historia de Pedro y el lobo, sino que será incluso capaz de tararear las melodías que inspiró a Prokofiev. Su bagaje cultural no le ha ahorrado, sin embargo, el papel más feo en una lamentable versión de esta vieja fábula. Gallardón es Pedro. Después de haber amenazado tantas veces con dimitir, se ha marchado y nadie le ha hecho ni caso. Pero es también un campesino arruinado por el lobo feroz y traicionero al que un día creyó poder domesticar. Ese lobo que ahora se felicita por haberle cargado con una culpa que de ninguna manera es sólo suya, sino de todos los miembros del gobierno del que formó parte, y especialmente de quien le encargó la reforma que ha acabado con él. Por eso, aparte de feroz, es traicionero. La caída de Gallardón ha revelado que la presunta sangre fría de Rajoy no es más que dureza de corazón. ¿Qué clase de persona no es capaz de descolgar el teléfono y plantear una salida mínimamente honrosa a un colaborador cercano al que no le queda otro remedio que sacrificar? Es la misma pregunta que me suscitó la estrategia de defensa adoptada por Pujol. ¿Qué clase de persona no es capaz de llamar a su hermana y decirle, mira, voy a inventarme una herencia de papá para salir del paso, pero tú no te preocupes? Esas son las personas que nos gobiernan, las que hablan de regeneración, de patria, de principios morales. Elijan ustedes un adjetivo para calificarlas, porque los que se me ocurren a mí, no se pueden decir en la radio.
26/09/2014 | 01:20
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