
La columna de Almudena Grandes
La escritora nos acompaña cada viernes para aportarnos una reflexión sobre lo que ocurre en la sociedad en la que vivimos.
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La mujer perfecta
Era la mujer perfecta. Por su tenacidad, por su resistencia, por su peluquería, por su maquillaje, por su habilidad para combinar prendas y complementos al entrar en su juzgado como si avanzara por una alfombra roja. Abanderada de una feminidad empachosa, su estética empezó a inquietarme mucho antes que su ética. Una madre de familia, con un empleo exigente, cuyo rostro jamás revela el menor signo de cansancio físico a las ocho de la mañana, o no es humana, o no es de fiar. Ahora ya tenemos indicios contundentes de que Mercedes Alaya no es de fiar. La Fiscalía Anticorrupción la ha censurado con una dureza insólita, por haber dilatado sin motivo la instrucción del caso Mercasevilla, hasta lograr que prescribieran los delitos de dos imputados, que casualmente son hermanos de la ministra de Empleo, Fátima Báñez. Les prometo que no voy a hablar de los jueces todas las semanas, pero comprenderán que hoy me pregunte, ¿y ahora, qué? La trayectoria previa de Alaya y este nuevo escándalo consolidan la impresión de un estado donde el poder judicial parece directamente sometido a los dictados del gobierno. ¿Se puede llamar a eso democracia? El viernes pasado me acordé de Cicerón. Hoy, recuerdo a Montesquieu. ¿Y el próximo? Al menos, la verdad sobre Alaya reconfortará a las mujeres imperfectas de España, todas esas madres con ojeras que salen de casa sin haber tenido tiempo para peinarse, y se pintan de mala manera en la parada del autobús.
04/10/2013 | 01:19
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00:00:0001:19¿Hasta cuándo?
El Consejo General del Poder Judicial saluda desde el borde de la pista, sube ágilmente por una escalerilla hasta el techo de la carpa, se detiene un instante para observar al público, aferra el trapecio con las dos manos y, ¡alehop!, salta al vacío. Desde luego, es el más difícil todavía. ¿Tienen ustedes ganas de aplaudir? Yo tampoco. El gobierno de los jueces no ve motivo alguno de incompatibilidad en el hecho de que Pérez de los Cobos, presidente del Tribunal Constitucional, haya sido militante del PP y haya ocultado ese dato ante el Parlamento antes de tomar posesión de su cargo. Pero el gobierno de los jueces ha prohibido a un magistrado de Barcelona, Santiago Vidal, que colabore con SOS Racismo. En este caso, la colaboración con una ONG que trabaja en pos del ideal más elevado que pueda concebirse, sí representa un motivo de incompatibilidad. Los jueces no pueden asesorar a ninguna entidad, ni siquiera cuando actuan de forma voluntaria y desinteresada, ni siquiera cuando lo hacen por el bien de toda la sociedad. Pero, al parecer, sí pueden trabajar a favor de los intereses de su propio partido, incluso en contra de la sensibilidad mayoritaria de los ciudadanos, mintiendo y todo, si hace falta. ¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia? Las viejas palabras de Cicerón reverdecen en esta España enferma, exhausta de abusos. ¿Hasta cuándo tendremos que soportar esto? ¿Hasta cuándo lo toleraremos?
27/09/2013 | 01:14
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00:00:0001:14¿Hasta cuándo?
El Consejo General del Poder Judicial saluda desde el borde de la pista, sube ágilmente por una escalerilla hasta el techo de la carpa, se detiene un instante para observar al público, aferra el trapecio con las dos manos y, ¡alehop!, salta al vacío. Desde luego, es el más difícil todavía. ¿Tienen ustedes ganas de aplaudir? Yo tampoco. El gobierno de los jueces no ve motivo alguno de incompatibilidad en el hecho de que Pérez de los Cobos, presidente del Tribunal Constitucional, haya sido militante del PP y haya ocultado ese dato ante el Parlamento antes de tomar posesión de su cargo. Pero el gobierno de los jueces ha prohibido a un magistrado de Barcelona, Santiago Vidal, que colabore con SOS Racismo. En este caso, la colaboración con una ONG que trabaja en pos del ideal más elevado que pueda concebirse, sí representa un motivo de incompatibilidad. Los jueces no pueden asesorar a ninguna entidad, ni siquiera cuando actuan de forma voluntaria y desinteresada, ni siquiera cuando lo hacen por el bien de toda la sociedad. Pero, al parecer, sí pueden trabajar a favor de los intereses de su propio partido, incluso en contra de la sensibilidad mayoritaria de los ciudadanos, mintiendo y todo, si hace falta. ¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia? Las viejas palabras de Cicerón reverdecen en esta España enferma, exhausta de abusos. ¿Hasta cuándo tendremos que soportar esto? ¿Hasta cuándo lo toleraremos?
27/09/2013 | 01:14
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00:00:0001:14Monopoly
Era nuestro juego favorito, pero nunca lográbamos acabar una partida. Mi hermano Manuel, que siempre se pedía la banca, lo anunciaba cuando sus calles estaban ya repletas de hoteles. No te puedo pagar aunque pases por la salida, porque no queda dinero... Así nos dábamos cuenta de que había vuelto a hacer trampas, y el tablero saltaba por los aires. Hace unos días, El País publicó un reportaje que me devolvió a aquellas tardes de Monopoly. Inversores y especuladores de todo el mundo se han instalado en España para recoger el fruto de la crisis inmobiliaria, y comprar a precio de saldo esos pisos baratos del extrarradio de las ciudades que los bancos no consiguen vender. Un financiero consultado por el diario reconocía que no existe explicación para este fenómeno. Es ridículo, remataba antes de pedir que no se publicara su nombre. A mí se me ocurrieron muchos más adjetivos, pero no me he decidido por ninguno. La explicación más obvia, nos han arruinado para comprar nuestro país por dos duros, se estrella contra una pregunta sin respuesta. ¿A quién piensan venderle estos señores todos esos pisos que están comprando? No creo que a los millonarios rusos les apetezca vivir en Móstoles, pero hay una cosa que sé con certeza. Ni ustedes ni yo vamos a cobrar un céntimo por pasar por la salida. Y no porque no haya dinero, sino porque en esta partida ni siquiera jugamos. Solamente somos las fichas de plástico.
20/09/2013 | 01:24
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00:00:0001:24Yo no he perdido nada
Todos los viernes la escritora Almudena Grandes nos ofrece su visión de la actualidad
13/09/2013 | 01:13
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00:00:0001:13¿Creen que con 2 o 3 dimisiones mejorará la calidad de nuestras instituciones?
Esta temporada vamos a incoporar a Hoy por Hoy firmas de algunos de los observadores más agudos de la realidad, de los más penetrantes. Escritores y escritoras como Amudena Grandes que cada viernes nos obligará seguro a pensar.
02/09/2013 | 02:05
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00:00:0002:05




