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La carta de José Martí Gómez

La crisis de Europa

La <b>deslegitimación de la política en favor de los poderes económicos nos costará cara</b>. Si no reaccionamos con una insurrección cívica podemos estar ante la crisis final de Europa. Son ideas expuestas por <b>Etienne Balibar</b>, <b>catedrático de filosofía moral y política en la Universidad X de París</b> y <b>profesor de Humanidades en la universidad californiana de Irvine</b>. Cerraba el ciclo de conferencias organizadas por el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona bajo el título genérico de Crisis.

La deslegitimación de la política en favor de los poderes económicos nos costará cara. Si no reaccionamos con una insurrección cívica podemos estar ante la crisis final de Europa. Son ideas expuestas por Etienne Balibar, catedrático de filosofía moral y política en la Universidad X de París y profesor de Humanidades en la universidad californiana de Irvine. Cerraba el ciclo de conferencias organizadas por el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona bajo el título genérico de Crisis.

¿Qué argumentos dio para llamar a la insurrección?

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Que el gobierno de la Unión Europea es poco democrático. Su burocratización provoca desmoralización. El profesor Balibar justifica las protestas de los ciudadanos de los países periféricos que pagan por la crisis por errores que no han cometido. Hemos de cuestionar la política jerárquica. Cuestionar que las finanzas públicas paguen los errores cometidas por las finanzas privadas.

¿Existe crisis entre países periféricos y los del centro?

La estructura jerárquica de Europa cree el profesor Balibar que viene dada porque la Unión Europea sigue dominada por lo que define como club de los países fundadores: básicamente por Alemania y Francia. El centro consolida sus relaciones de dominio sobre la periferia, formada por naciones menos ligadas a la construcción europea. Hoy, las desigualdades entre el centro y la periferia se profundizan. El poder del centro se refleja en el veto al ingreso de Turquía, árbitro de la política mediterránea.

¿Consecuencias de la crisis?

Afectará a las relaciones entre países europeos. Se detecta indiferencia de Alemania hacia el futuro de la Unión Europea. Más que en Europa, Berlín piensa en reforzarse como primera potencia. ¿Vería Alemania con buenos ojos que algún país periférico saliese del euro? Es posible. La prolongación de la crisis llevará a antagonismo entre estados y riesgo de abandonar la solidaridad en la diversidad para acentuar desigualdades.

¿Y qué hacen los políticos para frenar esa crisis?

Política espectáculo. Las clases políticas tradicionales están en manos de operadores extraterritoriales y los estados no saben como frenarlos porque cometieron el error de creer que en un mundo global la política debe estar supeditada a los movimientos de capital. Los politicos de izquierda han descubierto demasiado tarde que las estrategias especulativas se mueven en función de operadores anónimos a los que no importa hundir en la miseria a los ciudadanos de un país, con el Fondo Monetario Internacional como gobierno en la sombra.

¿Qué reivindica el profesor Balibar?

Volver a las ideas socialistas. Vaticina que vuelven tiempos de lucha de clases para afrontar tres de los grandes retos del futuro: el crecimiento de las desigualdades, cantera del fascismo reconstituido y de un populismo nacionalista tan xenófobo como mediático. Europa vive un momento histórico peligroso y el populismo rampante refleja la cristalización de la crisis. Hace falta un contrapeso que combata el déficit democrático que permite cargar sobre la ciudadanía el coste de la crisis originada por el poder económico.

¿Y dónde puede estar ese contrapeso?

Como el profesor Balibar es francés y de edad avanzada además de la indignación propone una insurrección ciudadana, la convergencia de ideas a través de las fronteras, un clamor que exija el fin de los privilegios, un coto a las privatizaciones. En suma, refundar Europa. Cree que estamos a tiempo. La utopía es posible antes de que Europa descarrile.

¿Puedo añadir tres apuntes para un vodevil de la política catalana?

Escena primera:

Juana Ortega, vicepresidenta del gobierno de la Generalitat se mira coquetona en el espejo y le pregunta: "¿Verdad que soy la mejor?", y el espejo, catacroc, responde antes de romperse: "¿Cómo puedes preguntarme eso, tontorrona del copón, si has puesto en tu currículo que eres licenciada en psicología sin serlo?

Escena segunda:

Llegan al reservado de un restaurante tres políticos de Solidaritat para tratar de solucionar la crisis interna. Se ponen a gritar antes de sentarse a mesa. Un camarero trata de calmarles ofreciéndoles un aperitivo. Ni le escuchan. El camarero cierra la puerta y espera fuera. Llega un cuarto comensal. El camarero le dice: "Trate de calmarlos. Cada vez gritan más y pueden llegar a pegarse". El recién llegado entra en el reservado y también se pone a gritar. A los pocos minutos salen Laporta y dos más. Poco después sale López Tena. Le dice al camarero, que espera con las cartas de menu: "No hay comida". Solidaritat, partido creado para llevar a Cataluña a la independencia, se rompe, catacroc, a los cinco meses de nacer

Escena tercera:

Un diputado ha escrito en su blog que el secretario general de un partido es corrupto, cobra comisiones y dedica dinero público a pagar amantes. El informe se ilustra con una foto de Duran i Lleida. Cuatro días después el diputado, catacroc, dice que no se refería al secretario general de Uniò y que la foto de Duran i Lleida se colgó por error. La escena podría acabar con la ciudadanía colgando de un mastil al diputado que escribe eso y luego se retracta. El problema, Montserrat, es que si hiciésemos eso con todos los políticos que hoy dicen una cosa y al día siguiente dicen que no la dijeron no tendríamos bastantes mástiles.

 
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