Una ley que no supone un salto

Ha habido que esperar 25 años. Con 289 votos a favor y sólo 3 en contra (los de Izquierda Unida, ICV y UPyD), ha salido a la luz una ley que -entre otras cosas- impulsa la creación de una Agencia Estatal de Investigación, establece nuevos tipos de contratos para los científicos y pretende reducir los trámites burocráticos y retener a los talentos científicos.

Carlos Martínez, doctor en Químicas, ex secretario de Estado de Investigación, cree que la nueva Ley de Ciencia es motivo de felicitación para todos pero que faltan aspectos importantes. "¿Cómo se puede crear una Agencia Estatal de Investigación con coste cero?"

Por su parte, Manuel Lozano Leyva, catedrático de Física Nuclear, profesor de la Universidad de Sevilla, apunta que el hecho de encontrar casi el consenso es síntoma de que la comunidad científica pero su mayor preocupación es que "la ley propicia la excelencia científica y mientras deja a la Universidad la hegemonía de la mediocridad".

"La ley pone a la Ciencia en la agenda política, cosa que hasta ahora esa inexistente", afirma el experto en genética y biología del cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, IDIBELL, Manel Esteller, pero "poner una palabra es un papel no es lo mismo que dotar de dinero a esas palabras".

Y Joan Guinovart, Presidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España y director del Instituto de Recerca Biomédica del Parque Científico de Barcelona, conicide en la queja de la falta de dotación presupuestaria: "es un paso adelante pero no representa el gran salto adelante que la Ciencia necesita para trabajar a nivel global".

Polémica Barbacid. Los datos.

El 21 de abril, la revista Cancer Cell publica una investigación del grupo de oncología experimental que dirige Mariano Barbacid: la inhibición de una proteína que impide la aparición y el desarrollo del cáncer de pulmón en ratones de laboratorio.

El 2 de mayo, el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, el CNIO reconoce la investigación y Mariano Barbacid denuncia que no han podido iniciar la síntesis de estos inhibidores por no disponer de suficientes fondos públicos y porque el Ministerio de Ciencia e Innovación les impide aceptar financiación privada.

Un día más tarde, el Ministerio responde a Barbacid. Dice que su propuesta para financiar la investigación - crear una Agrupación de Intereses Económicos - es ilegal. La legislación española no permite que una fundación pública participe en este tipo de asociaciones. La Ministra Garmendia explica que el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas dispone de la financiación que el propio Barbacid pidió para llevar a cabo su proyecto. Y Barbacid responde: cree que la Ley española sí permite la financiación privada.

Por si fuera poco, desde el Ministerio además se acusa a Barbacid de generar falsas expectativas respecto a la lucha contra el cáncer, por trasmitir a la ciudadanía resultados preliminares en modelos animales como si fueran la antesala al desarrollo de fármacos válidos para el tratamiento de la enfermedad en humanos.

¿Qué opinan los investigadores?

Carlos Martínez: "Entiendo las razones de Barbacid, él escoge la AIE por que permite la desgravación fiscal a quien invierte en la financiación y porque la propiedad intelectual sigue estando al 99 % en manos de los investigadores públicos".

Manuel Lozano Leyva: "No estoy de acuerdo con Barbacid, ha hecho declaraciones por escrito en las que ha manipulado y tergiversado información. Es el científico mejor financiado de la ciencia en España y oculta información ¿quiénes son las empresas?"

Manel Esteller: "Nos encontramos ante personas muy válidas que deberían encontrar un terrero común, se está perdiendo la oportunidad de llevar el proyecto adelante".

Joan Guinovart: "Discutimos sobre la forma y no sobre el fondo. Lo normal es que una empresa se acerque al centro y que el desarrollo del posible fármaco se haga con capital riesgo".