¡Hasta las lorzas de la operación bikini!

No quiero comer helados a escondidas, ni matarme en un gimnasio, ni hacer dietas imposibles que me lleven de la mano del malhumor todo el verano. Total, para cuando tanto sacrificio dé sus frutos me tocará taparme otra vez. Si tú también eres uno de los indignados de la operación bikini (y bañador)...¡Deja aquí tu alegato en contra!

Indudablemente la primavera es una estación terrible. Aparecen los mosquitos, las alergias y los michelines que, hasta ese momento, hemos disimulado entre capas y capas de ropa. Paradójicamente el calorcito y las explosiones de luz y color nos hacen verlo todo muy negro. Tic-tac-tic-tac... No es el reloj biológico. Es el estacional. Miro el calendario y soy consciente de que sólo tengo un mes para ponerme en forma. No hay tiempo que perder. Ahí va el planning.

Con una dieta de moda seguro que me quito unos kilitos. Ahora bien... ¿Por cuál me decido? ¿La South Beach, la Slow food, la Scardale, la Montignac, la Dukan...? Pero esto qué es una dieta o un curso de idiomas. Me decido por la Dukan que dicen que es la que sigue Penélope Cruz y, oye, está estupenda. Pero Luis Alegre, amigo de la actriz, me quita la idea. "Eso es mentira. Ella nunca la ha hecho". Entonces quizá me decante por la ovolactovegetariana que suena más patrio.

Segundo paso: me voy al gimnasio. Después de enero éste es el segundo mes del año en el que más matrículas se registran. El pilates es más a largo plazo. No me sirve. ¿Yoga, a 40 grados, spinning,...? ¡Uf! Se suda mucho. No descarto esas zapatillas que adelgazan sólo con ponértelas, o esas plataformas que vibran por ti...

Mientras tanto me voy a la perfumería a hacer acopio de cremas. Aquí pico una de cada: hidratantes, reafirmantes, anticelulíticas... dicen que en 15 días se notan los resultados. Y yo, a estas alturas, necesito creer. Y también necesito una depilación, que con la piel tan blanca se notan más.

Sólo con pensarlo ya me he agotado. Hasta he llegado a considerar cambiar el bikini por el quirófano. No soy la única. Según un estudio de la Policlínica Miramar, las clínicas de estética, las cuales ven incrementada su actividad en torno a un 25%.

¿Sabéis qué os digo? Que esto no es vida. Voy a disfrutar de mi verano sin complejos. Con mi bikini, mi toalla y mi crema protectora... Y leo esta semana en El País que el Gobierno de EEUU endurece las medidas sobre lociones y cremas solares. Básicamente avisa que tienen que diferenciar entre cremas que protegen del sol y las que previenen el cáncer de piel. Hay que utilizar las que protegen de los rayos UVA y de los UVB (que queman). Ningún factor inferior al 8 lo hace. No hay cremas resistentes al agua. Y el de mayor protección es el de 50.

Definitivamente esto no es vida....